DEPORTE

La última noche de Senna: el dios de la Fórmula 1

photo_camera Una mujer camina junto a varias fotografías de la exposición "Ayrton Senna. La última noche", sobre el piloto brasileño de Fórmula Uno.

Todo aquello que tocaba, reverdecido desde el volante, pasaba al socrático mundo de las ideas. El suyo, era el de Dios. Y con Dios ganaba. Y con Dios perdía, a pesar de Dios. 

"La noche antes de morir, estuve con él. Estaba leyendo la Biblia. Un versículo que decía: 'Recibirás el regalo más grande de todos, el propio Dios'" dice la hermana de Ayrton Senna en el documental, premiado en el festival de Sundance, sobre la vida del otro Dios, el de la Fórmula 1.

El médico de la F1, Sit Watkins, lo atendió nada más estrellarse el Williams en Tamburello: "No soy religioso, pero en el momento final, vi cómo suspiraba, como si algo dentro de sí se fuera para siempre y quedara aliviado, en paz". Ayrton, el hombre que veía detrás de la curva, tenía en su ascetismo un gen expansivo. Todo aquello que tocaba, reverdecido desde el volante, pasaba al socrático mundo de las ideas. El suyo, era el de Dios. Y con Dios ganaba. Y con Dios perdía. A pesar de Dios. 

Ahora Italia le rinde homenaje con una exposición fotográfica, en el circuito de Monza. El de Senna fue el último pésame que el mundo de la Fórmula 1 tuvo que entregar. 

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