Después de haberse dejado en Pamplona casi todas sus opciones de reeditar el título de Liga, el Barcelona regresa a la Liga de Campeones con un único objetivo, defender con éxito el cetro europeo conquistado la temporada pasada en Wembley. Enfrente tendrá al Bayer Leverkusen, primer escollo de los tres que deberá superar el conjunto azulgrana para asomarse a una nueva final, ésta en el Allianz Arena de Munich.
Pep Guardiola sabe que su equipo está a sólo siete partidos de coronarse de nuevo rey de Europa y el pasado sábado, nada más perder ante el Osasuna, envió un claro mensaje: Una vez clasificados para la final de Copa, La Liga es ahora mismo una quimera y la Champions la auténtica meta.
Por eso, el entrenador azulgrana reservó en Liga a su centro del campo titular. Ante el Osasuna, Xavi, tocado, Sergio Busquets, aún recuperándose de una profunda herida en la rodilla, e Iniesta, falto de ritmo después de la enésima lesión muscular, no jugaron ni un minuto, y Cesc salió para disputar los últimos 20, pensando precisamente en Leverkusen.
Sin Villa, Afellay ni Fontàs, los lesionados de larga duración, ni Keita, que ha estado disputando con Mali la Copa de África, Guardiola sólo tiene 16 jugadores del primer equipo disponibles, ya que Busquets aún no tiene el alta médica aunque viajó con el resto de la expedición.
Enfrente, el Bayer Leverkusen no llega en su mejor momento. Eliminado de la Copa alemana y sexto en la Bundesliga a diez puntos de los puestos que dan derecho a disputar la Liga de Campeones, el conjunto germano está protagonizando una temporada irregular en la que de momento no ha cumplido ninguno de sus objetivos.
El entrenador, Robin Dutt, ha tenido problemas para fijar la jerarquía del vestuario, el fútbol que muestra el equipo sólo rara vez es convincente y muchos jugadores que podrían ser clave, como Schürrle, están teniendo problemas para mostrar su mejor nivel.
El caso de Michael Ballack, relegado al banquillo por Dutt, ha aumentado los problemas del entrenador con los aficionados. En todo caso, Ballack es baja debido una lesión muscular y la suya se suma a las de otras ausencias ilustres como la del goleador Derdiyok y otro de sus mejores jugadores, el centrocampista Sam.
Una de las principales armas del Leverkusen suelen ser las situaciones a balón parado, en las que aprovecha que varios de sus jugadores, como el defensa Friedrich o el delantero Kiessling, van muy bien de cabeza.
Barcelona y Bayer Leverkusen sólo se han visto las caras en una eliminatoria. Fue en los cuartos de final de la Copa de UEFA de la temporada 1987-88, 0-0 en Alemania y 0-1 en el Camp Nou. El resto de enfrentamientos entre ambos conjuntos se produjeron en la fase de grupos de la Liga de Campeones. El primero en la temporada 2001-02 y el segundo en la siguiente, con un balance favorable a los azulgrana de tres victorias y una derrota.
Bay-Arena, 20,45. TVE1.
Bayer Leverkusen: Leno; Castro, Friedrich, Schwaab, Kadlec, Reinartz, Rolfes, Schürrle, Bender, Sam y Kiessling.
Barcelona: Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal, Mascherano, Xavi, Iniesta, Pedro, Messi y Alexis.
Árbitro: Craig Thomson.
Por eso, el entrenador azulgrana reservó en Liga a su centro del campo titular. Ante el Osasuna, Xavi, tocado, Sergio Busquets, aún recuperándose de una profunda herida en la rodilla, e Iniesta, falto de ritmo después de la enésima lesión muscular, no jugaron ni un minuto, y Cesc salió para disputar los últimos 20, pensando precisamente en Leverkusen.
Sin Villa, Afellay ni Fontàs, los lesionados de larga duración, ni Keita, que ha estado disputando con Mali la Copa de África, Guardiola sólo tiene 16 jugadores del primer equipo disponibles, ya que Busquets aún no tiene el alta médica aunque viajó con el resto de la expedición.
Enfrente, el Bayer Leverkusen no llega en su mejor momento. Eliminado de la Copa alemana y sexto en la Bundesliga a diez puntos de los puestos que dan derecho a disputar la Liga de Campeones, el conjunto germano está protagonizando una temporada irregular en la que de momento no ha cumplido ninguno de sus objetivos.
El entrenador, Robin Dutt, ha tenido problemas para fijar la jerarquía del vestuario, el fútbol que muestra el equipo sólo rara vez es convincente y muchos jugadores que podrían ser clave, como Schürrle, están teniendo problemas para mostrar su mejor nivel.
El caso de Michael Ballack, relegado al banquillo por Dutt, ha aumentado los problemas del entrenador con los aficionados. En todo caso, Ballack es baja debido una lesión muscular y la suya se suma a las de otras ausencias ilustres como la del goleador Derdiyok y otro de sus mejores jugadores, el centrocampista Sam.
Una de las principales armas del Leverkusen suelen ser las situaciones a balón parado, en las que aprovecha que varios de sus jugadores, como el defensa Friedrich o el delantero Kiessling, van muy bien de cabeza.
Barcelona y Bayer Leverkusen sólo se han visto las caras en una eliminatoria. Fue en los cuartos de final de la Copa de UEFA de la temporada 1987-88, 0-0 en Alemania y 0-1 en el Camp Nou. El resto de enfrentamientos entre ambos conjuntos se produjeron en la fase de grupos de la Liga de Campeones. El primero en la temporada 2001-02 y el segundo en la siguiente, con un balance favorable a los azulgrana de tres victorias y una derrota.
Bay-Arena, 20,45. TVE1.
Bayer Leverkusen: Leno; Castro, Friedrich, Schwaab, Kadlec, Reinartz, Rolfes, Schürrle, Bender, Sam y Kiessling.
Barcelona: Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal, Mascherano, Xavi, Iniesta, Pedro, Messi y Alexis.
Árbitro: Craig Thomson.
