COMERCIO

La agricultura y otros sectores expresan en Bruselas sus inquietudes sobre el nuevo TTIP

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photo_camera Varios miembros del grupo parlamentario europeo Los Verdes protesta contra el tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos frente al Parlamento Europeo en Bruselas. (HOSLET)

Organizaciones y asociaciones plantearon cuestiones relacionadas con la situación en que quedarán los productos agrícolas y los alimentos procesados, como el acceso a los mercados o las indicaciones geográficas

Los negociadores de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos escucharon hoy de representantes de diferentes sectores, entre ellos el agrícola, las principales inquietudes que les suscita el futuro Acuerdo de Inversiones y Comercio (TTIP).

Las negociaciones entre europeos y estadounidenses, que encabezan Ignacio García-Bercero y Dan Mullaney, respectivamente, están en el ecuador de la duodécima ronda de contactos entre ambas partes, que hoy dedicaron la jornada a escuchar directamente lo que piensan los sectores de este ambicioso acuerdo, que se negocia desde hace tres años y se pretende que esté concluido antes de que acabe 2016.

Organizaciones y asociaciones de ambos lados del Atlántico plantearon cuestiones relacionadas con la situación en que quedarán los productos agrícolas y los alimentos procesados, como el acceso a los mercados, los aspectos regulatorios y las indicaciones geográficas una vez se concluya el TTIP.

"El principal escollo puramente político son las indicaciones geográficas" en el capítulo agrícola, señaló a Efe el secretario general del Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV), Ignacio Sánchez Recarte, que reúne a 26 asociaciones nacionales y 7.000 empresas de sector de vino en la UE.

Ese escollo afecta, según los expertos, principalmente al sector lácteo europeo, en especial por las denominadas indicaciones geográficas semigenéricas que utilizan los productores en Estados Unidos y que ellos consideran hacen referencia a una categoría de productos agrícolas y no solo a su origen.

"La definición de indicación geográfica es un conglomerado de factores en relación a la materia prima, al lugar en donde se elabora y a factores humanos, a saber cómo hacerlo", dijo Sánchez Recarte.

"Nosotros vemos el TTIP como una oportunidad", indicó por su parte Maike Moellers, la representante del USDEC, la organización que defiende a los productores del sector lácteo estadounidense y que es favorable a la plena liberalización del sector.

Moellers afirmó durante una conferencia que "las indicaciones geográficas son también un asunto sensible para Estados Unidos, como lo son para la UE", al tiempo que defendió que quesos como "el parmesano, la feta o el asiago se producen en todo el mundo, también en Estados Unidos".

Otro de los aspectos destacados por los europeos fue el aumento de la competencia que puede suponer la entrada en vigor del TTIP para un sector, el agrícola, que todavía está afectado por el impacto de la crisis económica y que en la UE, está mayoritariamente integrado por pymes y explotaciones familiares.

"En el sector del vino, somos eminentemente ofensivos: mientras nos abran las fronteras, no tememos la competencia de los vinos estadounidenses", dijo a Efe Sánchez Recarte.

Agregó que el sector "no teme la importación de vinos estadounidenses. Lo que sí se quieren son mejores condiciones de comercialización en EEUU y condiciones más justas, que no haya discriminación en el trato que se da a una botella estadounidense que circula en el país y el que se le da a una española o europea".

Explicó que esa discriminación se refiere a que "el comercio electrónico (envío directo) se abre a los productores estadounidenses y se veta a los extranjeros", al tiempo que apuntó a que sus reclamaciones se refieren a "una comercialización que sea más fácil" y a que se agilicen algunos procedimientos burocráticos.

Las inquietudes sobre el acceso a los mercados de Estados Unidos para la fruta y las verduras de la UE se expresaron por parte de la representante de la Asociación Europea de Comercio de Frutas y Verduras (Eucofel), Iria Campos Álvarez, que reúne a productores y exportadores de Francia, Alemania, España, Grecia, Italia y Portugal.

Campos Álvarez se refirió a que entre esos desafíos están las barreras no tarifarias, como son las medidas fitosanitarias y el proceso de aprobación para las importaciones.

Agregó que las tarifas aduaneras "no son la principal barrera para que las frutas y verduras europeas puedan acceder al mercado de Estados Unidos, pero sí podría mejorarse".

Añadió que "la eliminación de las tarifas a la importación podrían ser beneficiosas si se acompañan de la suspensión de medidas no tarifarias, en particular las medidas fitosanitarias", pues hacen que el procedimiento sea largo, costoso y genere incertidumbres.

Las exportaciones agrícolas de Estados Unidos hacia la UE llegaron en 2015 hasta los 13.000 millones de dólares, mientras que las europeas hacia ese país fueron de 25.000 millones de dólares, según fuentes estadounidenses.

Para el embajador estadounidense ante la UE, Anthony Luzzato Gardner, ese déficit de su país respecto al comercio agrícola "indica que hay un problema con el acceso de los productos agrícolas estadounidenses en los mercados europeos", al tiempo que señaló que el Congreso de EEUU no dará la aprobación "a un tratado TTIP que no aborde esa disparidad".

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