El astillero vigués Hijos de J. Barreras presentó en el Juzgado su petición de concurso voluntario de acreedores, como 'única medida' que puede 'hacer posible la supervivencia de la empresa'. Fuentes de la empresa recordaron que, por primera vez desde su privatización en 1998, el astillero no tiene carga de trabajo 'por causas ajenas a la empresa' y que tienen su origen en una crisis del sistema financiero, que afecta a todo el sistema español y, en especial, al naval.
Barreras, con 142 trabajadores y 62 millones de deuda, asegura que 'sin los problemas de la crisis financiera', tendría trabajo y las gradas ocupadas, pero recordó que los posibles contratos quedaron 'en suspenso' tras la supresión del sistema 'tax lease' de bonificaciones fiscales.
Recordó que la eliminación de esta herramienta, supone encarecer el valor de la construcción de los barcos 'de manera significativa', lo que aleja a los astilleros gallegos de los precios de mercado de sus competidores y hace 'inviable' la construcción naval en España. 'Con lo que esto supone de pérdida de puestos de trabajo, y de desarrollo de una industria puntera en I+D, además del abandono de un sector estratégico', según la empresa, que mostró su compromiso de 'seguir trabajando' para garantizar la viabilidad de esta empresa, de la que dependen miles de puestos de trabajo de la industria auxiliar.
Recordó que la eliminación de esta herramienta, supone encarecer el valor de la construcción de los barcos 'de manera significativa', lo que aleja a los astilleros gallegos de los precios de mercado de sus competidores y hace 'inviable' la construcción naval en España. 'Con lo que esto supone de pérdida de puestos de trabajo, y de desarrollo de una industria puntera en I+D, además del abandono de un sector estratégico', según la empresa, que mostró su compromiso de 'seguir trabajando' para garantizar la viabilidad de esta empresa, de la que dependen miles de puestos de trabajo de la industria auxiliar.
