El presidente del Santander cree que no debe forzarse una recapitalización 'indiscriminada'

Botín pide que se deje quebrar a entidades que no son viables

Emilio Botín, presidente del Banco de Santander. (Foto: ÁNGEL DÍAZ)
El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, señaló que 'no debe forzarse' una recapitalización 'indiscriminada' del sector bancario europeo sin resolver de forma 'definitiva' el problema de la deuda pública y la crisis que arrastra al euro. 'Poner en duda de forma generalizada la sostenibilidad de la deuda pública o del sistema financiero europeo puede llevarnos a una espiral imparable de crisis soberanas y bancarias', advirtió Botín durante su intervención en la IV Conferencia Internacional de Banca que se celebra en la sede de la entidad en Madrid.
No obstante, Botín admitió que es 'posible' que algunas entidades afectadas por la crisis de la deuda pública griega, 'o de los mercados en general', necesiten una 'base más amplia' de capital. Ahora bien, el banquero español consideró 'sin sentido' las propuestas de obligar a una recapitalización al conjunto de la banca europea, porque no respetan Basilea III e invalidan las pruebas de resistencia a las que se sometió al sistema financiero hace solo tres meses.

'Crean inseguridad y confusión, y aumentan la incertidumbre en los mercados', argumentó Botín, para después lanzar una nueva advertencia sobre sus efectos: 'Producirán una contracción del crédito'.

Para Botín, se debe 'atacar de raíz' este problema, porque la crisis de deuda pública tiene que ser la 'prioridad', pues 'cualquier' recapitalización no serviría para recuperar la confianza y el crecimiento económico.'El euro no tiene marcha atrás', sentenció, para más tarde incidir a los líderes de la UE en que 'hay que pasar a la acción', con el fin de asegurar una mayor coordinación de las políticas económicas en la Eurozona.

En un repaso a la situación del sistema financiero europeo, el banquero, que advirtió de que éste necesita 'tiempo' para ajustarse a los cambios iniciados, rechazó de plano fijar una tasa a las transacciones financieras, la conocida como 'Tasa Tobin'. 'No se pueden seguir añadiendo nuevas cargas al sector, como nuevos impuestos o requerimientos locales de distinta índole', explicó .

El presidente del Santander justificó que hay que 'frenar el tren regulatorio' ante las reformas pendientes en otros 'ámbitos distintos'. Así pues, focalizó las reformas hacia el diseño de un marco de políticas macroeconómicas 'estables y coordinadas'. En este sentido, supeditó la recuperación de la confianza en los mercados a una nueva arquitectura financiera internacional con una 'verdadera capacidad' para anticipar riesgos y tomar medidas correctoras.

De cara a la próxima cumbre del G20, Botín ha considerado 'fundamental' que sea posible la quiebra de 'cualquier' institución, con el fin de que una entidad no viable pueda salir del mercado sin generar riesgo 'sistémico' y así evitar la necesidad de recurrir a dinero público. Y es que para el banquero español, la preparación de planes de viabilidad y contingencia, los denominados 'living wills', son un ejercicio 'valioso' tanto para las entidades como para los supervisores.

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