Sanear el activo, acelerar la reestructuración bancaria y reducir costes son algunas de las cuestiones pendientes que debe resolver el sector bancario español para recuperar 'su normal funcionamiento', según un estudio publicado ayer por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). El trabajo, escrito por el catedrático de la Universidad de Valencia Joaquín Maudos, dice que las debilidades y los retos del sector son la razón de que 'ciertos inversores con capacidad para influir en la evolución del mercado' sigan sin confiar en la 'salud' de las entidades a pesar de todas las medidas adoptadas.
Asimismo, el informe destaca que el profundo proceso de reestructuración realizado por las cajas de ahorros evitó que el impacto de la crisis haya sido mayor.
De cara al futuro, el autor considera que las cajas deben aprovechar las ventajas que les proporciona su modelo de banca, de cercanía al cliente y fuerte vinculación territorial, y recuperar el valor que les da la función social que cumplen destinando parte de sus beneficios a la obra social.
La crisis de la deuda soberana, que exige más capital para cumplir con las exigencias de la autoridad bancaria europea (ABE) supone un elemento de presión adicional en el actual contexto de crisis, a juicio de este autor.
MÁS TRANSPARENCIA
El director general adjunto de la CECA, Jorge Gil, señaló ayer que el compromiso de transparencia del sector financiero debe ser mayor, en alusión a la publicación de las remuneraciones de los directivos en las entidades intervenidas o que recibieron ayudas del Estado. 'Ha sido un esfuerzo de transparencia, de comunicación a la sociedad', dijo Gil en el marco del 'Spain Investors Day', antes de pedir un mayor compromiso a un sector de profesionales 'tremendamente serio'.
Sobre el inicio de un nuevo proceso de reestructuración en el sector financiero, Gil afirmó que la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) colaboró 'proactivamente' en los últimos 18 meses para que el sector se transformara y que lo seguirá haciendo si se tienen que abordar nuevas etapas de esa reconfiguración.
De cara al futuro, el autor considera que las cajas deben aprovechar las ventajas que les proporciona su modelo de banca, de cercanía al cliente y fuerte vinculación territorial, y recuperar el valor que les da la función social que cumplen destinando parte de sus beneficios a la obra social.
La crisis de la deuda soberana, que exige más capital para cumplir con las exigencias de la autoridad bancaria europea (ABE) supone un elemento de presión adicional en el actual contexto de crisis, a juicio de este autor.
MÁS TRANSPARENCIA
El director general adjunto de la CECA, Jorge Gil, señaló ayer que el compromiso de transparencia del sector financiero debe ser mayor, en alusión a la publicación de las remuneraciones de los directivos en las entidades intervenidas o que recibieron ayudas del Estado. 'Ha sido un esfuerzo de transparencia, de comunicación a la sociedad', dijo Gil en el marco del 'Spain Investors Day', antes de pedir un mayor compromiso a un sector de profesionales 'tremendamente serio'.
Sobre el inicio de un nuevo proceso de reestructuración en el sector financiero, Gil afirmó que la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) colaboró 'proactivamente' en los últimos 18 meses para que el sector se transformara y que lo seguirá haciendo si se tienen que abordar nuevas etapas de esa reconfiguración.
