ECOAGRO

Compost, una forma útil para reciclar los residuos orgánicos

Sobras de comida para el compost, donde deben equilibrarse el nitrógeno, la celulosa y los azúcares o hidratos de carbono de los distintos residuos.
photo_camera Sobras de comida para el compost, donde deben equilibrarse el nitrógeno, la celulosa y los azúcares o hidratos de carbono de los distintos residuos.
Conviene añadir tierra del huerto, ya que sus microorganismos ayudarán a descomponer los residuos 

Todos en casa generamos basura, en España, se generan 524,5 kilos al año por habitante. De esa basura, gran parte consiste en residuos orgánicos (restos de comida, mondas, cascaras, restos vegetales, etc.) la cual podemos reciclar de manera casera. Cabe destacar que necesitamos de un espacio bien aireado, ya sea una esquina de nuestro jardín o en un balcón, aunque este último, sea menos aconsejable.

El principal uso del compost es conseguir una buena fertilización del sustrato para que las plantas dispongan de más y mejores nutrientes, aunque también se usa en paisajismo, control de la erosión, recubrimientos y recuperación de suelos.

En el compost deben equilibrarse el nitrógeno, la celulosa y los azúcares o hidratos de carbono de los distintos residuos. Para conseguirlo, es importante usar varios tipos de materiales o residuos para hacer compost: unos verdes o “húmedos” y otros más secos. También conviene añadir al proceso de compostaje tierra o arena del huerto, ya que los microorganismos que contiene ayudarán a descomponer los residuos que forman el futuro compost.

Tanto para hacer compostaje en montón como en una compostadora es muy importante alternar estos materiales en diferentes capas para que no se forme en el interior una masa húmeda y putrefacta con los materiales verdes. Para que esto no ocurra, también es muy importante la ventilación y homogeneización de los residuos mediante el volteo. A partir del primer mes de compostaje, o si se ve que la humedad es demasiado alta, es importante remover con una pala de vez en cuando para ayudar a reducirla.

La pila de compost y el proceso de fermentación

Deberá ser lo más grande posible para que en su interior se alcance una temperatura alta que haga que se inicie la fermentación y la transformación de los desechos en compost. Una anchura y altura superiores a un metro son suficientes para que se den las condiciones adecuadas. La longitud será el factor que variaremos dependiendo de la cantidad que queramos obtener.

En primer lugar, en contacto con el suelo, deberás poner una capa de materiales gruesos y ricos en celulosa: hojas secas, ramitas o cortezas. De esta forma evitarás que la parte más baja se pudra como consecuencia del peso y del calor de las capas superiores y los huecos entre las ramas ayudarán a que circule el aire y a que los microorganismos e insectos puedan entrar a la pila de compost. Encima de esta primera capa, añade otra con los restos verdes de cosecha, que son ricos en hidratos de carbono.

La tercera capa incorpora materiales ricos en nitrógeno, como el estiércol. Añade una fina capa (2-5 cm) de tierra. Puedes incluir después, materiales ricos en carbonatos, para reducir la acidez del montón, como cáscaras de huevo troceadas o restos de algas.

Sigue añadiendo capas hasta llegar a la altura prevista. Una vez terminado el montón cúbrelo con tierra o serrín. Recuerda que, si no has humedecido previamente los materiales “secos” debes ir regando las capas según vayas elaborando el montón; además de añadir agua de vez en cuando, durante los meses que dure el proceso de compostaje, para mantener la humedad, que es esencial.

El proceso de fermentación al que se verá expuesto nuestro montón de material orgánico, desprenderá olores bastante desagradables, por lo que no es recomendable hacerlo en un espacio interior ni en un balcón. Para verificar si el compost está maduro se comprobará la temperatura, ya que esta será ambiente a causa de la falta de actividad de los microorganismos una vez el proceso finalice. 

Te puede interesar