El control de horas trabajadas debe adaptarse a la nueva jornada laboral

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Que el mercado laboral lleva unos años en un proceso de transformación es evidente a ojos de todos los españoles. Las características de los empleos son distintas a las que existían antes de la gran recesión económica provocada por la burbuja inmobiliaria. 

La productividad de los trabajadores españoles no crece en la medida que debería hacerlo ni está en consonancia con el resto de países europeos. Existen una serie de circunstancias que hacen del mercado laboral español un mercado ineficiente, poco productivo y con salarios estancados.

Resignarse a esta situación no es la solución, que pasa por adaptar nuevas soluciones con el objetivo de mejorar la situación de los trabajadores y empleados de todo tipo de empresas, desde las pymes hasta las grandes compañías del IBEX 35.

Una de las medidas que está demostrando su eficacia es la que ofrece empresas como Cucorent para el control de las horas trabajadas por los empleados. El sistema comercializado por esta empresa permite controlar las horas trabajadas con una precisión absoluta con el objetivo de mejorar la productividad de los empleados.

Lo que se consigue con su implantación es lograr una mejor organización de las horas de trabajo realizadas por los trabajadores. Esta mejor organización demuestra su eficacia con una mayor productividad por hora trabajada y una disminución del innecesario presentismo en el puesto de trabajo.

El presente y el futuro de la jornada laboral

Tener un control sobre la jornada laboral de los empleados permite a las empresas conocer qué factores hacen que los trabajadores sean más productivos y cuáles son perjudiciales para su rendimiento.

El nuevo paradigma laboral debe adaptarse a las nuevas tecnologías y formas de trabajo como el teletrabajo, fomentando la flexibilidad de los empleados para llevar a cabo sus tareas sin la necesidad de estar presente en la oficina. 

Uno de los grandes problemas que perjudican la productividad es recurrir de forma sistemática a las horas extra. Aunque esto está asimilado en el imaginario colectivo del día a día de las oficinas, está demostrado que hacer horas extra como parte de la jornada laboral es improductivo y lo único que sirve es para “demostrar” a los jefes una supuesta mayor implicación en los proyectos.

Esto es algo que con el sistema de control de las horas trabajadas las empresas pueden erradicar. Que cada empleado trabaje únicamente aquellas horas que les corresponda por contrato, evitando el presentismo y las interminables jornadas laborales, está incrementando la productividad en aquellas empresas que están implantando este innovador sistema.

Evitar las horas extra junto con el fomento del teletrabajo y la flexibilidad laboral está ayudando incluso a reducir las bajas laborales por enfermedad y el absentismo laboral. 

Que las empresas apuesten por un sistema como este, es un paso muy importante para adaptar el mercado laboral a las nuevas formas de trabajo y además, contribuye a facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar de los trabajadores. Un trabajador feliz, es un trabajador que rinde más y mejor.

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