La economía española se desaceleró en el segundo trimestre del año y creció un 0,2% intertrimestral, una décima menos que en los primeros tres meses del año. En tasa interanual, el PIB español también se dejó una décima y creció un 0,7%, según el último Boletín Económico del Banco de España.
El banco emisor apunta a una 'recuperación débil' en el segundo trimestre de este año, que se debe, en parte, al retroceso de la demanda nacional, en un entorno marcado por el 'agravamiento de la crisis de la deuda soberana en la zona euro'. Según sus cálculos la demanda nacional cayó un 1,9% interanual en el segundo trimestre, aunque en el mismo periodo del año anterior se produjo un volumen 'excepcional' de gasto por la anticipación a la subida del IVA en el mes de julio. En este sentido, la desaceleración interanual del PIB hasta el 0,7% en el segundo trimestre estaría 'influida' por este crecimiento 'inusual' de la actividad en el mismo periodo de 2010.
No obstante, el indicador de demanda nacional también descendió un 0,2% en términos intertrimestrales, lastrada por la 'atonía' del consumo privado, en un contexto de paro 'poco propicio' para el gasto y por la debilidad de la inversión en construcción. En cuanto a la actividad de las empresas, señala que la inversión 'acusó el clima de incertidumbre y de inestabilidad financiera' y mantuvo un tono de 'debilidad'.
Otros elementos que han llevado a esta ralentización del crecimiento de la economía española han sido, por el lado de la oferta, el 'debilitamiento' de la actividad industrial, debido en parte por el parón en la distribución que supuso el terremoto de Japón, y la alteración en la producción agrícola que supuso la 'crisis del pepino'.
No obstante, en tanto que estos factores son transitorios, la senda de la recuperación de la producción industrial debería restaurarse en los 'próximos trimestres', más aún si retorna el tono exportador de los primeros meses del año.
Respecto a la consolidación fiscal española, el Banco de España considera que ésta, en conjunto, 'progresa' hacia los objetivos de déficit público comprometidos con Bruselas, si bien advierte de que la ejecución de las comunidades autónomas se desvió hasta el 0,5% en los tres primeros meses, por lo que anticipa un ajuste 'más intenso' para alcanzar el 1,3% previsto.
No obstante, el indicador de demanda nacional también descendió un 0,2% en términos intertrimestrales, lastrada por la 'atonía' del consumo privado, en un contexto de paro 'poco propicio' para el gasto y por la debilidad de la inversión en construcción. En cuanto a la actividad de las empresas, señala que la inversión 'acusó el clima de incertidumbre y de inestabilidad financiera' y mantuvo un tono de 'debilidad'.
Otros elementos que han llevado a esta ralentización del crecimiento de la economía española han sido, por el lado de la oferta, el 'debilitamiento' de la actividad industrial, debido en parte por el parón en la distribución que supuso el terremoto de Japón, y la alteración en la producción agrícola que supuso la 'crisis del pepino'.
No obstante, en tanto que estos factores son transitorios, la senda de la recuperación de la producción industrial debería restaurarse en los 'próximos trimestres', más aún si retorna el tono exportador de los primeros meses del año.
Respecto a la consolidación fiscal española, el Banco de España considera que ésta, en conjunto, 'progresa' hacia los objetivos de déficit público comprometidos con Bruselas, si bien advierte de que la ejecución de las comunidades autónomas se desvió hasta el 0,5% en los tres primeros meses, por lo que anticipa un ajuste 'más intenso' para alcanzar el 1,3% previsto.
