Creen que la exigencia de responsabilidades penales podría requerir cambios en el Código Penal

Los expertos respaldan el castigo a los malos gestores

Cristóbal Montoro, titular del Ministerio de Hacienda, en un acto público. (Foto: ARCHIVO)
Economistas y juristas coinciden en que la propuesta lanzada por el Gobierno para exigir responsabilidades penales a los gestores públicos que incumplan los presupuestos podría requerir una reforma del Código Penal que tipifique un nuevo delito y arroje transparencia a las cuentas públicas. El anuncio del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, sobre un posible cambio legal para castigar a quienes gestionen mal el dinero público fue bien acogido, pese a su concisión, por el presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de España, Valentí Pich.
El economista ve la posibilidad de que la propuesta de Montoro -avalada por su 'amplio recorrido académico y en la Administración'- se regule a través de una modificación del Código Penal, que fue reformado 'regularmente' y por última vez hace apenas un año. Si algo caracteriza al Código Penal es que no puede haber condena 'si el delito no está codificado', puntualizó, y recordó que este códice ya contempla delitos que pueden emplearse para perseguir a los malos gestores.

'Hay que plantearse con mucha seriedad si toda la información que generan las administraciones públicas es la adecuada, y qué podemos hacer para que sean más transparentes y para que los gestores públicos puedan hacerlo mejor', explica Pich. Una vía de impulsar esos criterios de 'transparencia' y 'claridad' sería la de incorporarlos 'muy tipificados' y 'con mucha seriedad' en el Código Penal; otra pasaría por reforzar los controles a la Administración: interventores públicos, sindicaturas de cuentas y auditorías externas e independientes.

'Hay muchísimo que hacer en el sector público. Es imposible conocer de verdad las cuentas de un ayuntamiento', lamentó Pich, quien advirtió de que la liquidación de los presupuestos estatales y autonómicos nunca es objeto del debate público, sólo su confección. No en vano, el economista aseguró que la información financiera porporcionada desde los ayuntamientos, comunidades autónomas e incluso del Estado es 'imposible de entender', algo que ha podido propiciar un 'uso abusivo de las entidades que salen del control público'.

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