Expertos sitúan el problema en la consolidación del grupo

En opinión del director del Observatorio de la Empresa Multinacional Española (OEME), Xavier Mendoza, lo que parece en el caso Pescanova es que el crecimiento se le ha ido de las manos al equipo gestor.
Mendoza considera que el compromiso con la empresa y su historia ha dificultado al equipo directivo reconocer que estaba en dificultades serias, pero 'con negar la realidad lo único que ocurre es que cuando toca reconocerlo es mucho peor'.

Asegura que ahora se ve un desfase en la deuda que ha pasado desapercibido -en 2011 la deuda financiera declarada a la CNMV era de 830 millones, mientras que según el Cirbe es de 2.500 millones-, por lo que el problema puede estar en la aplicación de los criterios de consolidación del grupo.

A su juicio, la clave radica en 'si se han utilizado sociedades, las que escapan del perímetro de consolidación, para poder endeudarse y salir adelante; hasta que ha llegado un momento en el que no se han podido refinanciar más para salir a flote'.

Fuentes conocedoras de la situación se han referido a los saldos existentes entre las empresas del grupo y al fuerte endeudamiento en el que se podían encontrar algunas compañías participadas, que en teoría se encuentran fuera del perímetro de consolidación.

Para Mendoza, el gran tamaño de la compañía, que cuenta con un modelo de integración vertical con buques propios y numerosas plantas, supone una complejidad muy significativa desde el punto de vista de gestión.

Es 'ese grado de complejidad lo que ha podido superar la capacidad del equipo directivo, en un entorno en el que las cosas se han puesto muy complicadas', añade.

Mendoza indica que más adelante se verá si se ha producido un déficit en prácticas de gestión para adaptar Pescanova a los sistemas de gestión y controles propios de una multinacional.

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