El objetivo es fijar medidas correctoras que permitan salir de la crisis económica a nivel mundial

El G20 establece indicadores de desequilibrios financieros

Salgado con la ministra francesa de Economía, Lagarde y el gobernador del Banco de Francia, Noyer. (Foto: CHARLES PLATI)
Los ministros de Finanzas del G20 acordaron ayer establecer indicadores para medir y vigilar los desequilibrios financieros, por considerar que estos impiden una salida completa de la crisis económica mundial, y que permitirán tomar decisiones políticas para corregirlos.
En una reunión que concluyó en París, los representantes del Grupo de los 20 decidieron establecer cinco áreas en las que el próximo abril se diseñarán directrices sobre las medidas a adoptar en cada país. Aunque la amenaza de un fracaso, ante las reticencias de varios países emergentes -sobre todo China-, sobrevoló la reunión del G20, finalmente los participantes en la misma lograron un consenso que, matizaron, tendrá en cuenta 'las circunstancias nacionales o regionales'. Pero las directrices 'indicativas' que se tienen que aprobar en la próxima cita del G20 en abril no incluirán 'objetivos', tal como se precisa en la declaración final de la reunión en la capital francesa.

Los indicadores que finalmente tuvieron en cuenta los ministros y gobernadores de bancos centrales del G20 incluirán los datos de deuda pública y déficit fiscal, la tasa de ahorro y deuda privada y los desequilibrios externos. Estos observarán específicamente los desequilibrios comerciales, los flujos y transferencias netas de inversiones y tendrán en cuenta los tipos de cambio y las políticas monetarias y fiscales, precisó el comunicado final. Bajo la guía de lo que señalen esos indicadores ahora acordados, el G20 pretende hacer que los países miembros y asociados vigilen la evolución tanto de sus datos macroeconómicos internos como de los externos.


PRESIONES DE CHINA

El diseño de estos indicadores tuvo especialmente en cuenta las presiones de China que, durante las horas previas al final de la reunión, hicieron temer por el fracaso de los objetivos que se había planteado alcanzar la presidencia francesa del G20. 'Estamos muy satisfechos del resultado conseguido', destacó la ministra gala de Economía y Finanzas, Christine Lagarde, al presentar el resumen de la reunión. Lagarde subrayó la importancia de haber incluido la referencia a los tipos de cambio, a lo que se oponía China, e insistió en que todos los indicadores se van a tener en consideración para establecer políticas económicas que permitan un crecimiento 'fuerte y sostenible'. 'Todos ganamos con un crecimiento equilibrado' porque con la situación actual 'estamos seguros de que vamos a crear otra crisis', explicó para justificar la pertinencia de estos indicadores.

El G20 reflejó en el texto final de la reunión las preocupaciones por la volatilidad de los precios de algunas materias primas, unos de los principales motivos de inquietud de algunos países emergentes, que también son productores. Sin embargo, la única mención que hicieron fue la de encargar informes sobre las causas que provocan esa volatilidad de precios de materias primas que están en el origen de la inseguridad del futuro del abastecimiento alimentario. 'Reiteramos la necesidad de que haya inversión a largo plazo en el sector agrícola de los países en desarrollo', menciona el texto final aprobado en París.

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