El expresidente de Novacaixagalicia trata de exculpar su gestión y se escuda en la aportación de la obra social a Galicia

Gayoso irrita a los diputados con evasivas y elude su responsabilidad

Julio Fernández Gayoso, durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados. (Foto: PACO CAMPOS)
Julio Fernández Gayoso rechazó toda la reponsabilidad sobre la situación actual de las cajas gallegas, soliviantó a los portavoces parlamentarios con sus evasivas y medias respuestas y eludió pronunciarse sobre las 'participaciones preferentes' por tratarse de un tema que se encontraba 'sub iudice' en un proceso abierto en la Audiencia Nacional. Por eso la comparecencia del que fuera el todopoderoso símbolo de las cajas gallegas fue decepcionante y, en varias ocasiones, irritante.
Que su objetivo era eludir la responsabilidad sobre el fallido proyecto de fusión de las cajas quedó patente desde el primer minuto de su intervención en el que a modo de presentación explicó a los diputados que 'soy director jubilado de Caixanova desde hace 6 años, es decir desde 2006, y excopresidente de Novacaixagalicia. Ni como presidente de Caixanova, ni como copresidente de Novacaixagalicia he tenido funciones ejecutivas'.

De esta forma, Fernández Gayoso derrochaba el prestigio de sus 64 años de trayectoria profesional, con aciertos como le reconocieron tanto desde el PSOE como desde el BNG, pero con un discurso preparado para distanciarse de la situación actual de las cajas: nacionalizadas y necesitadas de nuevo capital público para asegurar su continuidad.

Esta actitud contrastó con la primera parte de su intervención donde glosó su gestión, destacó la expansión internacional de la entidad, los beneficios anuales, el apoyo a los ciudadanos gallegos y a las empresas y, sobre todo, la obra social, en la que se escudó durante gran parte de su discurso.


ALUD DE CIFRAS Y BALANCES

Por eso en su intervención arrojó a los diputados decenas de cifras y balances de los últimos años con un mensaje claro: la caja era rentable y estaba saneada. Explicó que antes de la fusión de Caixanova y Caixa Galicia en 2010 el balance de Caixanova era de 27.000 millones; los créditos a la clientela, 18.000; los depósitos, 21.000 millones y la morosidad tan sólo del 4,92%.

Pero donde más se detuvo fue en la Obra Social asegurando que sin ella Galicia no hubiera conseguido el grado de desarrollo que ha alcanzado. Destacó el caso de la Universidad Sur y la progresiva creación de los campus de Pontevedra, Ourense y Vigo. 'Había un clamor para tener una universidad en el Sur de la Comunidad, pero el Ministerio de Educación no podía pagarla. Entonces la caja tomó la decisión de pagarla íntegramente durante ocho años'.

Posteriormente fue el turno de los portavoces parlamentarios interesados sobre todo en temas como las indemnizaciones de los altos cargos, las preferentes y las razones que llevaron a la nacionalización de la caja si es que estaba tan saneada y recurriendo, en varias ocasiones, a símiles como el cuento de Lewis Carroll 'Alicia en el país de las maravillas' para referirse al relato que habían escuchado.

El portavoz del PP, Fernando López Amor reprobó al excopresidente de Novacaixagalicia su 'extremada codicia' al frente de Caixanova y que acudiese al Congreso como 'un torero que se gusta, que se desmaya, pero que a la hora de matar se le va el toro al corral'.

Desde UPyD, Luis Anchuelo incidió en los más de 52 millones de euros que pagó la caja en indemnizaciones a cuatro exaltos cargos, mientras que desde IU el diputado Coscubiella recriminó la poca sensibilidad social de la entidad y que no aceptara la dación en pago para evitar cientos de desahucios.n.

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