La geotermia es la energía que aprovecha el calor del subsuelo para climatizar de forma ecológica. El sistema permite obtener calefacción, aire acondicionado y agua caliente desde el mismo sistema y con una reducción de hasta el 75% en la factura energética.
El sector facturó 80 millones de euros en 2010 y emplea a 1.150 personas. Manuel López (Bueu, 1964) preside Acluxega, Clúster de la Geotermia de Galicia y el primero de sus características en España, desde su constitución, hace año y medio. La entidad reúne a 40 empresas gallegas.
¿La geotermia sigue siendo la gran desconocida entre las renovables?
Es menos conocida, sí, pero por ser de las últimas que se han incorporado. En Galicia, la primera instalación es de 8 o 9 años, como mucho. Realmente, en países como Alemania o Suecia, Finlandia o Suiza llevan 40 años implantando sistemas como estos. Nosotros hemos hecho un esfuerzo importante en comunicación, e incluso el año pasado celebramos un congreso con bastante éxito, en colaboración con la Xunta de Galicia. Realmente, cada vez es más conocida por la gente, pero no es una energía mayoritaria.
Si tiene tanta tradición en Europa, ¿por qué ha tardado tanto tiempo en llegar a España?
Es algo curioso. Desde el conocimiento que tengo de otros fabricantes del resto de Europa, hasta hace poco tiempo éramos pocas las empresas en España que nos dedicábamos a la fabricación de este tipo de equipos. Lo cierto es que hasta hace pocos años había un mercado incipiente en Europa, con un crecimiento exponencial. Es decir, no se habían preocupado de exportar la tecnología y su concepto. Cuando los mercados del norte de Europa entran en madurez, los fabricantes deciden miran hacia el sur. Al mismo tiempo, en nuestra sociedad surge una mayor conciencia ecológica.
Es una tecnología cara, ¿este factor impide su masificación?
El concepto de caro o económico hay que valorarlo en función de la rentabilidad que aporta un sistema u otro. Es cierto que el coste de implantación inicial es más elevado que otro tipo de energía, pero tenemos que pensar que el coste de operación es mucho más bajo, hasta un 75% más bajo de media, mientras que las emisiones contaminantes son mucho más reducidas. Y lo principal es que es una tecnología rentable, eso es lo que permite que este mercado se pueda desarrollar. La demanda durante los próximos años va a ser importante, por eso estas empresas están capeando mejor que otras la crisis.
¿Cuál es el precio medio y cuánto tiempo tardaremos en amortizar la inversión?
Para una vivienda unifamiliar, de unos 150 metros cuadrados, la inversión suele ser de 17.000 o 18.000 euros. La amortización, con respecto a una caldera de gasóleo, es a 6 años y medio, o menos si conseguimos alguna subvención. Hay que tener en cuenta que un sistema de estas características permite un rendimiento de hasta un 450%, una caldera de gasóleo es del 100%. Es decir, que reduciremos el gasto mensual en consumo hasta un 75%. Si el gasto medio con una caldera de gasóleo en un domicilio de estas características es de 2.000 euros al año, con una bomba de geotermia no llega a los 500.
¿Cuándo calculan que la geotermia despegará definitivamente?
En Galicia, realmente, no es que acabe de despegar, pero si confrontamos los datos de instalaciones con respecto a los del resto de España, concluimos que el ratio de bombas de geotermia por cada mil habitantes es de 0,18, cuando en España es de 0,04. En países europeos como Suecia la media es de 33 por cada mil habitantes, o de 1,5 en Alemania. Es decir, estamos por debajo de países que llevan trabajando con esta tecnología desde hace años, pero como comunidad somos un referente en España. Estamos en una fase incipiente, la implantación podría ser más rápida, pero creo que es la correcta. Vemos que cada día más la geotermia está más presente, y al menos ya sabemos que es una alternativa que la gente tiene en cuenta cuando construye su vivienda.
Entonces la crisis inmobiliaria ha ralentizado su implantación.
No cabe ninguna duda, pero aunque el número de licencias de obra está por debajo de lo que teníamos en 2006 o 2007 estamos en un mercado incipiente. El número de instalaciones que se hacen en conjunto al año se han reducido, pero curiosamente las que corresponden a geotermia están creciendo. Nos estamos desarrollando entorno a un crecimiento anual del 40%, por eso no tenemos duda alguna que, en cuanto salgamos de la crisis y la situación tenga un cariz más positivo, las implantaciones en Galicia van a ser muy superiores. Estamos creciendo dentro de un marco negativo.
Sin embargo Galicia está a la cabeza de España, ¿cuáles son las causas?
Se dan varios factores. Una bomba de calor geotérmica no deja de ser un equipo frigorífico, básicamente con los mismos principios de funcionamiento. Galicia es una potencia en cuanto a frío industrial, hay muchas empresas importantes de climatización en el ámbito de la comunidad autónoma, el nivel de cualificación es muy elevado. Esto ha hecho que la tecnología se haya implantado en Galicia con un nivel de calidad y de rendimiento muy alto.
¿La geotermia sigue siendo la gran desconocida entre las renovables?
Es menos conocida, sí, pero por ser de las últimas que se han incorporado. En Galicia, la primera instalación es de 8 o 9 años, como mucho. Realmente, en países como Alemania o Suecia, Finlandia o Suiza llevan 40 años implantando sistemas como estos. Nosotros hemos hecho un esfuerzo importante en comunicación, e incluso el año pasado celebramos un congreso con bastante éxito, en colaboración con la Xunta de Galicia. Realmente, cada vez es más conocida por la gente, pero no es una energía mayoritaria.
Si tiene tanta tradición en Europa, ¿por qué ha tardado tanto tiempo en llegar a España?
Es algo curioso. Desde el conocimiento que tengo de otros fabricantes del resto de Europa, hasta hace poco tiempo éramos pocas las empresas en España que nos dedicábamos a la fabricación de este tipo de equipos. Lo cierto es que hasta hace pocos años había un mercado incipiente en Europa, con un crecimiento exponencial. Es decir, no se habían preocupado de exportar la tecnología y su concepto. Cuando los mercados del norte de Europa entran en madurez, los fabricantes deciden miran hacia el sur. Al mismo tiempo, en nuestra sociedad surge una mayor conciencia ecológica.
Es una tecnología cara, ¿este factor impide su masificación?
El concepto de caro o económico hay que valorarlo en función de la rentabilidad que aporta un sistema u otro. Es cierto que el coste de implantación inicial es más elevado que otro tipo de energía, pero tenemos que pensar que el coste de operación es mucho más bajo, hasta un 75% más bajo de media, mientras que las emisiones contaminantes son mucho más reducidas. Y lo principal es que es una tecnología rentable, eso es lo que permite que este mercado se pueda desarrollar. La demanda durante los próximos años va a ser importante, por eso estas empresas están capeando mejor que otras la crisis.
¿Cuál es el precio medio y cuánto tiempo tardaremos en amortizar la inversión?
Para una vivienda unifamiliar, de unos 150 metros cuadrados, la inversión suele ser de 17.000 o 18.000 euros. La amortización, con respecto a una caldera de gasóleo, es a 6 años y medio, o menos si conseguimos alguna subvención. Hay que tener en cuenta que un sistema de estas características permite un rendimiento de hasta un 450%, una caldera de gasóleo es del 100%. Es decir, que reduciremos el gasto mensual en consumo hasta un 75%. Si el gasto medio con una caldera de gasóleo en un domicilio de estas características es de 2.000 euros al año, con una bomba de geotermia no llega a los 500.
¿Cuándo calculan que la geotermia despegará definitivamente?
En Galicia, realmente, no es que acabe de despegar, pero si confrontamos los datos de instalaciones con respecto a los del resto de España, concluimos que el ratio de bombas de geotermia por cada mil habitantes es de 0,18, cuando en España es de 0,04. En países europeos como Suecia la media es de 33 por cada mil habitantes, o de 1,5 en Alemania. Es decir, estamos por debajo de países que llevan trabajando con esta tecnología desde hace años, pero como comunidad somos un referente en España. Estamos en una fase incipiente, la implantación podría ser más rápida, pero creo que es la correcta. Vemos que cada día más la geotermia está más presente, y al menos ya sabemos que es una alternativa que la gente tiene en cuenta cuando construye su vivienda.
Entonces la crisis inmobiliaria ha ralentizado su implantación.
No cabe ninguna duda, pero aunque el número de licencias de obra está por debajo de lo que teníamos en 2006 o 2007 estamos en un mercado incipiente. El número de instalaciones que se hacen en conjunto al año se han reducido, pero curiosamente las que corresponden a geotermia están creciendo. Nos estamos desarrollando entorno a un crecimiento anual del 40%, por eso no tenemos duda alguna que, en cuanto salgamos de la crisis y la situación tenga un cariz más positivo, las implantaciones en Galicia van a ser muy superiores. Estamos creciendo dentro de un marco negativo.
Sin embargo Galicia está a la cabeza de España, ¿cuáles son las causas?
Se dan varios factores. Una bomba de calor geotérmica no deja de ser un equipo frigorífico, básicamente con los mismos principios de funcionamiento. Galicia es una potencia en cuanto a frío industrial, hay muchas empresas importantes de climatización en el ámbito de la comunidad autónoma, el nivel de cualificación es muy elevado. Esto ha hecho que la tecnología se haya implantado en Galicia con un nivel de calidad y de rendimiento muy alto.
