El Gobierno se compromete con Bruselas a destinar un posible aumento de la recaudación a reducir el déficit

El Gobierno se ha comprometido con Bruselas a destinar un posible excedente en la recaudación, en el supuesto de que se produjeran 'sorpresas positivas' en el crecimiento, a reducir el déficit público, lo que permitiría acelerar el calendario del ajuste fiscal comprometido.
Así lo indica el Ejecutivo en el Programa de Estabilidad 2013-2016 remitido a Bruselas, donde aclara que si una de las razones que le lleva a proyectar dos años más de eliminación del déficit excesivo es la incertidumbre sobre el ritmo de la recuperación de las economías occidentales, se ha decidido equilibrar el impacto de este riesgo sobre la senda de déficit añadiendo un compromiso adicional a esta estrategia fiscal.

En concreto, señala que 'si como consecuencia de sorpresas positivas en el crecimiento la recaudación es mayor y los gastos menores de lo previsto, la diferencia se canalizará principalmente hacia un menor déficit. De este modo, aumentan las probabilidades de una reducción de déficit más rápida que la descrita'.

El Gobierno prevé que el déficit se sitúe al cierre de 2013 en el 6,3%, para bajar al 5,5% en 2014, al 4,1% en 2015 y al 2,7% en 2016. De este modo, el objetivo de situarlo por debajo del 3% se conseguiría con un decalaje de dos años sobre lo comprometido en el anterior Plan de Estabilidad.

Así, en torno a dos tercios del déficit estructural a finales de 2011 se habrá corregido en 2013, alcanzándose en 2017 el objetivo fiscal a medio plazo, equilibrándose prácticamente el déficit estructural de todas las administraciones públicas tres años antes de lo exigido por la Ley Estabilidad Presupuestaria.

Como consecuencia de esta corrección, la deuda pública entrará en una trayectoria descendente que en 2019 la situará en torno al 85% del PIB.

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