Achaca en parte el recorte de la calificación a las tensiones independentistas en Cataluña

El Gobierno espera que S&P reconsidere la nota de España

Fernando Jiménez Latorre, en la rueda de prensa. (Foto: BEATRIZ VELARDIEZ)
Ante la decisión de rebajar la nota de España y situarla al borde del bono basura, por parte de la agencia de calificación Standard & Poors (S&P), que planea rebajar también la de los bancos, el Gobierno español anunció ayer su desacuerdo y confía en que la cambie. Bruselas, por su parte, eludió valorar esta rebaja y destacó las reformas 'sin precedentes' que está llevando a cabo el país.
La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que este informe no se corresponde con la actual percepción de los mercados. De hecho, el parqué español subió un 0,87 %, hasta los 7.734,70 puntos. Por su parte la prima de riesgo española, el diferencial entre el bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo, se redujo en 15 puntos básicos hasta cerrar en los 426, justo el efecto contrario que cabría esperar tras la rebaja de S&P.

Por su parte, el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez Latorre, aseguró que el Gobierno no está de acuerdo con la decisión S&P. Asimismo, reconoció que la noticia les ha sorprendido y explicó que la rebaja se debe a los procesos de decisión a nivel europeo, como la capitalización directa, y a la percepción de S&P del conflicto social que existe con las comunidades autónomas.


TENSIONES AUTONÓMICAS

Según Latorre, los procesos en marcha en Europa no deberían tener una incidencia 'apreciable' en la nota de España porque no son cuestiones cerradas y porque la ayuda a la banca de unos 40.000 millones es 'perfectamente digerible'. La otra parte se debe a la percepción del conflicto que mantiene el Estado con las comunidades. En este sentido, recordó que todos los instrumentos de control y seguimiento tanto del Estado como de las comunidades están 'en marcha' y que el proceso de consolidación 'va por buen camino'.

En concreto, reconoció que la situación entre el Estado y Cataluña ha podido influir en la decisión de S&P, ya que las tensiones con las comunidades crean cierta 'incidencia desfavorable' en el proceso de reformas. 'Pero no estamos de acuerdo', dijo. De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, alertó de que las actuales tensiones soberanistas en Cataluña 'están debilitando' la posición de España en los mercados internacionales en un momento en que nuestro país necesita financiarse.

En cualquier caso, Latorre ha confiado en que cuando se confirme que los mecanismos europeos funcionan y que los compromisos de consolidación de todas las administraciones públicas se cumplen, se pueda reconsiderar la calidad de la deuda pública española. También señaló que cabe esperar que 'de una forma u otra el mecanismo de intervención (del Banco Central Europeo) en los mercados secundarios pase a actuar en un plazo relativamente breve'.

Ante esta decisión de la agencia de calificación, la Comisión Europea eludió valorarla y se limitó a destacar que el Gobierno de Mariano Rajoy está realizando ajustes y reformas 'sin precedentes' para salir de la crisis.

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