El intrusismo mueve a los taxistas de Europa

Critican la "competencia desleal" del servicio de coche compartido 

Miles de taxistas de grandes ciudades europeas se movilizaron ayer contra el intrusismo que, a su juicio, favorecen aplicaciones para teléfonos móviles como Uber, aunque la Comisión Europea opinó que benefician al consumidor y fomentan la actividad emprendedora. Uber, la empresa norteamericana que se ha convertido en el objetivo de las protestas del sector del taxi europeo, calificó ayer por su parte de "desmesuradas" las movilizaciones. En un comunicado, la empresa opinó que los taxistas sólo pretenden mantener "un estado inmovilista y cerrar las puertas a nuevas alternativas al consumidor".

Las movilizaciones causaron dificultades en el tráfico de algunas grandes ciudades europeas, entre ellas Madrid y Barcelona. Así, en Barcelona, el Ayuntamiento cifró en cerca de 4.000 taxistas los participantes en dos manifestaciones, una por el centro de la ciudad y otra que realizó el trayecto entre el aeropuerto y la estación de Sants.

La capital española reunió por su parte a centenares de taxistas de toda España en un paro de 24 horas que dejó la ciudad prácticamente sin servicio de taxi y causó complicaciones en el tráfico.

El sector censura que servicios como los que presta Uber están al margen de la ley y agravan un problema recurrente como el del intrusismo profesional. Los taxistas aseguran que hasta ahora el intrusismo era "espontáneo y desorganizado", pero con estas nuevas herramientas para móviles se "sistematiza y organiza a escala mundial como modelo de negocio".

Apoyo de la CE

Según la legislación española, quienes realicen servicios sin autorización cometen una infracción muy grave sancionable con multas de entre 4.001 y 6.000 euros, que podrían aumentar hasta 18.000 en caso de reiteración. Sin embargo, la Comisión Europea defiende las nuevas formas de transporte compartido e insiste en que el camino de las huelgas y movilizaciones no es la solución. "Una huelga no va a funcionar: en lugar de herramientas de derribo lo que necesitamos es un diálogo real, donde hablemos de los trastornos causados por la tecnología", dijo la comisaria europea de Agenda Digital.

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