Hace un año que se puso al frente de R y de Grupo Euskaltel, del que forma parte la compañía de telecomunicaciones de origen gallego. José Miguel García cuenta con más de 30 años de experiencia en el sector tanto en España como a nivel internacional. Desde 2006 a 2015 fue CEO de Jazztel y desde mediados de 2019 pilota R, de la que valora el gran arraigo que tiene con Galicia, tierra de la confiesa llevar "años enamorado".
Cumple un año al frente de R que ha sido complejo por el contexto. ¿Cómo ha afectado a la compañía la pandemia a nivel interno, por ejemplo en el teletrabajo?
Creamos una unidad operativa única para las tres empresas del grupo para poder ser un operador más eficaz y eficiente y todo este proceso nos ayudó muchísimo cuando llegó la pandemia porque teníamos los deberes hechos en materia de organización y estábamos muy preparados para trabajar de manera transversal, por lo que pasamos este periodo de una manera ordenada. Mandamos a todo el personal a teletrabajar una semana antes de decretarse el estado de alarma y una semana después lo hicimos con todos las plataformas de atención al cliente y de soporte técnico.
También han tenido que tomar medidas externas como reforzar la red para atender el crecimiento de la demanda de los usuarios durante el confinamiento. ¿Cómo ha resultado este trabajo?
Exactamente. Durante el confinamiento el cliente ha tirado muchísimo de las telecomunicaciones. El tráfico de red creció un 80 por ciento, en llamadas de voz más de un cien por cien, en televisión creció más de un 50 por ciento y el whatsapp más de un 300 por ciento durante la pandemia. Tuvimos que fortalecer la red y los equipos de sistemas para llegar a estos volúmenes y no es algo temporal porque hemos hechos transformaciones tecnológicas que ya se van a quedar. Ha sido un esfuerzo del equipo espectacular y me siento orgulloso porque el equipo de R ha estado a la altura.
¿Los gallegos han tenido alguna diferencia con respecto a las demandas durante el confinamiento?
Los consumidores gallegos son usuarios que están acostumbrados a unos niveles de calidad altos, con un uso por encima de la media nacional en fijo, banda ancha e incluso en móvil. Es un público muy exigente y son buenos usuarios de las telecomunicaciones y tenemos que responder con calidad y buen servicio. Galicia es de los territorios más adelantados tecnológicamente de toda España por una razón muy simple y es que R lleva la delantera porque tiene 25 años en el mercado y fue el primer operador en implantar la banda ancha súper rápida en España. Fue pionero.
Además han tomado medidas sociales de apoyo a familias junto con la Xunta para que los escolares pudieran seguir con su actividad educativa.
Sí, hemos conectados a miles de familias desfavorecidas que no tenían conexión a internet en sus hogares para poder permitir el trabajo de los escolares durante el confinamiento. También hemos dotados miles de tarjetas SIM donde no era posible llegar con la conexión de fijo para poder tener una comunicación básica y en los hospitales implantamos acceso gratuito a los canales de televisión para los pacientes, abrimos los contenidos de manera gratuita para clientes y no clientes.
¿Se va a mantener esta iniciativa en los hospitales?
La iniciamos muy pronto, al poco de decretarse el estado de alarma, la seguimos manteniendo y estamos contemplando que siga ya que creemos que se trata de una iniciativa social que ayuda en momentos tan difíciles.
¿Cómo resulta la convivencia de las tres marcas, R en Galicia, Telecable en Asturias y Euskaltel en Euskadi?
Esto responde a nuestro primer hito, crear una unidad operativa única para lanzarnos a nivel nacional. Las marcas están más enfocadas que nunca en cuanto al arraigo y la cercanía que queremos dar con nuestros clientes y estoy va a seguir así. La marca es un activo muy importante y R tiene 25 años en Galicia y no hay ningún operador en el mercado que pueda alcanzar ese cien por cien de reconocimiento de marca que tenemos en la comunidad, donde rondamos el 40% del mercado de telecomunicaciones. Es una enseña muy poderosa y lo que hemos hecho desde el grupo ha sido fortalecerla para que R tenga todas las herramientas para crecer y mantenerse otros 25 años más, por lo menos.
¿Cómo ve el futuro de la compañía en la comunidad? ¿Qué planes más inmediatos puede avanzar?
Hemos incrementando muchísimo nuestra huella de red fija, prácticamente casi un 30% y alcanzamos muchos más hogares que hace un año. Estamos llegando a barriadas, calles y fincas al máximo nivel de cobertura en fijo que nunca antes habíamos tenido. El hecho de que lleve 25 años en el mercado gallego, ha forzado que tengamos infraestructuras de telecomunicaciones muy por encima de la media nacional y hemos arrastrado a la competencia a acometer también inversiones en Galicia porque no serían competitivos. Estamos trabajando mucho por la comunidad, hay más compromiso que nunca.
¿Qué crecimientos esperan?
Estamos cerca del 40% del mercado en Galicia que es una cuota muy alta. Somos el principal operador de telecomunicaciones y lo hemos ganado a pulso, a base de estar cerca del cliente gallego y dar servicios de calidad. Tenemos más hogares que nunca cubiertos con línea fija, estamos aumentando la estructura de móvil y tenemos más del 50% del mercado de empresas. La toma de decisiones está en Galicia y seguiremos invirtiendo.
¿Cómo lleva R el despliegue del 5G en Galicia?
Es una tecnología que va a tener los primeros proyectos piloto en el norte porque la penetración del 4G en la cornisa cantábrica, empezando por Galicia, es de las más altas que hay en toda España y además es una zona con una presencia empresarial e industrial muy relevante que resulta interesante para el 5G. Galicia tiene un gran entramado empresarial, muy activo y con proyección internacional y el 5G es fundamental para que sean competitivas. Tenemos en mente algunos pilotos y estoy seguro que los va a haber en Galicia.
¿Tienen los gallegos una forma diferente de consumir telecomunicaciones?
El gallego está por encima de los españoles en uso de televisión a la carta y de banda ancha de alta velocidad. Ésta, por ejemplo, empezó en 2012 en España y en Galicia mucho antes y eso crea hábitos. La penetración más alta de televisión a la carta está en Galicia por esa misma razón, incluso más alta que en Madrid y Barcelona. Eso es gracias a la infraestructura que ha dotado R en los últimos 25 años.
Lanzaron Virgin, la marca con la que una compañía del norte y sin sede en Madrid se introduce en el mercado en toda España. ¿Es una apuesta arriesgada? ¿Cuáles son los objetivos?
Crear una unidad operativa única era fundamental porque hemos conseguido una eficiencia y una eficacia desde nuestros territorios muy importantes. El lanzamiento a nivel nacional lo hemos hecho desde nuestros territorios con todos los recursos que teníamos y mantiendo el 'know-how'. En primera línea hay siete personas y dos son gallegos que tienen responsabilidad a nivel estatal. Somos el único operador nacional deslocalizado de Madrid y lo estamos haciendo desde Galicia, Asturias y Euskadi.
