El juez de Clesa rechaza la oferta de Central Lechera Asturiana por Cacaolat

El Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid ha declarado desierto el proceso de venta del 95 % del capital de Cacaolat en manos de Clesa al considerar que la única oferta existente, la presentada por el dueño de Central Lechera Asturiana por 20,05 millones, no cumple algunos requisitos exigidos.
En un auto, publicado hoy, el juez Francisco Javier Vaquer sostiene además que esperará a reanudar el proceso de enajenación de las acciones hasta que 'no se resuelvan las incertidumbres jurídicas que pesan' sobre esa operación y la que lleva a cabo el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona para vender la unidad productiva de Cacaolat.

Vaquer considera que el concurso de acreedores de Cacaolat, una de las pocas firmas de Nueva Rumasa con buena situación patrimonial, debe acumularse al de su matriz Clesa, que se tramita en el juzgado madrileño, por lo que podría solicitar de nuevo al Tribunal Supremo que se pronuncie sobre esa cuestión si su homólogo de Barcelona se niega a inhibirse en su favor.

En el auto, Vaquer sostiene que una vez que se despejen esas incógnitas, la administración concursal de Clesa deberá proceder 'a la reanudación inmediata' del proceso de venta de acciones, estableciendo nuevos plazos para que los interesados hagan sus ofertas por el 95 % de las acciones.

También les exige que realicen 'en el mercado cuantas actuaciones extrajudiciales sean precisas para la pronta y rápida resolución de un nuevo proceso de venta', en alusión a un posible acuerdo con la administración concursal de Cacaolat, que promueve la venta de los activos en Barcelona, según explicaron fuentes jurídicas.

La oferta de 20,05 millones que presentó Corporación Alimentaria Peñasanta, que posee Central Lechera Asturiana, ha sido rechazada porque tenía el defecto 'insubsanable' de que no garantizaba la devolución de los importes que han presentado los interesados en Cacaolat que han acudido al proceso de venta de la unidad productiva que lleva a cabo el juzgado de Barcelona.

Otras fuentes también destacan que Central Lechera Asturiana basaba su oferta en un proyecto de expansión de Cacaolat, que exigía que mantuviera su negocio productivo, lo que en principio no se podía garantizar por la operación de venta de activos iniciada en Barcelona.

En el auto, el titular del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid también requiere a la administración concursal de Clesa que informe sobre si la operación que llevó a cabo la familia Ruiz-Mateos para escindir Cacaolat de Clesa en 2009 ha podido suponer un 'perjuicio patrimonial' para la láctea.

Vaquer recuerda que esa escisión 'es fiscalmente neutra y no tributa hasta la venta de los activos escindidos', por lo que la enajenación de la unidad productiva de Cacaolat 'generará cargas tributarias para Clesa, quedando el beneficio íntegro para Cacaolat'.

El juez también muestra su temor a que cuando se realizó la escisión 'se pudieron alterar las normas contables' al 'favorecer a la nueva sociedad en el activo y no atribuirla bastante proporción de pasivo'.

Por ello, en previsión de que la operación de escisión se pueda anular judicialmente, quiere una 'descripción específica' de los activos y deudas que transfirió la matriz al fabricante catalán de batidos y un informe sobre si la operación contó con el beneplácito de los deudores de la empresa.

También exige saber si Clesa 'conservó o conserva gastos financieros o deuda que sirviera para financiar la adquisición de elementos del activo transferidos a la escindida'.

El juez de Madrid también reitera su temor a que el proceso de venta de la unidad productiva finalice en Barcelona, lo que vulneraría la normativa.

En previsión de que eso pueda ocurrir, pide asimismo a la administración concursal de Clesa que elabore un informe con el estado del activo de Cacaolat.

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