Merkel impone su rechazo a los 'eurobonos' ante Sarkozy y Monti

Angela Merkel, canciller alemana (Foto: EFE)
Su negativa da un vuelco a las Bolsas europeas, que cierran con caídas - La prima de riesgo española se relaja, mientras que la italiana vuelve a superar el umbral del 7% de interés
La prima de riesgo española se relaja, mientras que la italiana vuelve a superar el umbral del 7% de interésEn la reunión 'a tres' que han mantenido este jueves Merkel, Sarkozy y el nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, ha terminado por imponerse la voluntad de Berlín. La canciller alemana ha descartado la emisión de 'eurobonos' como posible solución a la crisis de deuda soberana, argumentando que 'no sería una buena señal' para los inversores. Su negativa hacía cambiar el rumbo de los principales selectivos europeos, que cerraban en rojo tras empezar la sesión en positivo. El Ibex 35 continuaba su semana negra y se acercaba, nuevamente, a su mínimo anual.

Y es que había mucha expectación -y muchas esperanzas- en que el Presidente francés, Nicolás Sarkozy, lograra convencer a su homóloga alemana. No sólo en la cuestión relativa a los 'eurobonos', sino también en la posibilidad de una mayor implicación del Banco Central Europeo (BCE) en los mercados secundarios.

El debate se abrió a raíz de la crisis de deuda soberana, que lleva afectando desde este verano a la mayor parte de los países de la 'zona euro', especialmente a España, Italia y Francia. La prima de riesgo de estos países se disparaba día tras día y sólo conseguía aliviarse cuando el BCE compraba de forma masiva su deuda soberana.

Angela Merkel, sin embargo, no ha contemplado en ningún momento esa posibilidad, alegando a la independencia del organismo. La canciller no quiere arriesgar con este tipo de medidas tan drásticas ahora que la economía alemana está en lo más alto de la 'zona euro'. El jueves, precisamente, se hizo público un repunte de la actividad económica de este país del 0,5% respecto al trimestre anterior. La confianza empresarial también experimentó una inesperada mejoría en noviembre, después de casi medio año a la baja.

Nicolás Sarkozy, en una situación mucho más comprometida, sí ha defendido desde un principio la intervención del BCE, en un momento en el que las agencias de calificación amenazan con arrebatar la 'triple A' a su deuda. La cumbre de este jueves en Estrasburgo era vista como una buena oportunidad para convencer a Merkel.

El ministro de exteriores francés, Alain Juppé, decía en la mañana del jueves que confiaba en que la opinión de Merkel 'evolucionara', más aún después de la subasta pública del miércoles, cuando los inversores ignoraron los bonos alemanes por su baja rentabilidad. 'Es algo urgente. Lo plantearemos hoy en Estrasburgo', decía.

Desde Roma, también estaba previsto plantear la cuestión de los 'eurobonos' como una posible solución que aliviaría la agitada prima de riesgo italiana, cercana a los 500 puntos básicos.

Ni unos ni otros argumentos, sin embargo, parecen haber convencido a la canciller alemana. Merkel se dirigía a los medios después de la reunión para descartar rotundamente ambas posibilidades. De los 'eurobonos' decía, con el silencio cómplice de Monti y Sarkozy, que no son 'la solución adecuada', ya que mandarían una 'mala señal' a los inversores. El Presidente francés sólo se refería a ellos para advertir que el agravamiento de la crisis afectará a todos, y no sólo a la 'triple A' de su deuda.

Sobre el asunto del BCE, Merkel cerraba el debate al recordar la independencia del organismo y al lanzar un claro compromiso de no hacerle ninguna petición, 'ni positiva, ni negativa'.

Nicolás Sarkozy reconocía sus discrepancias con Merkel: 'es una realidad', decía. Pero ante esta situación, la única salida era intentar respetar 'las líneas rojas de cada uno' y tratar de 'converger hacia un mismo punto'.

DECEPCIÓN EN LOS MERCADOS

Mientras, las Bolsas europeas se hacían eco de esa declaración de intenciones y mostraban con números rojos su decepción. Tan sólo el Cac parisino conseguía esquivar las pérdidas con un tímido repunte del 0,1%.

En España, el principal selectivo encadenaba su cuarta jornada consecutiva de pérdidas al ceder un -0,23%, un mal dato que le sitúa lejos de la barrera psicológica de los 8.000 puntos y le acerca peligrosamente a su mínimo anual. Los mayores descensos los protagonizaron Abengoa (-3,8%), Grifols (-2,67%) y Bankinter (-1,63%).

En Italia, la Bolsa cerró plana después de que Monti compareciera en Estrasburgo para anunciar su compromiso de 'garantizar el equilibrio presupuestario' del país, aunque eso implique 'reformas estructurales'. Monti aprovechaba así la cumbre para ganarse la confianza del eje franco-alemán, que ha avalado su programa. Esta voluntad de colaborar con el nuevo primer ministro italiano ha ayudado a mantener al selectivo.

En el mercado secundario, sin embargo, los datos eran algo más positivos. La prima de riesgo española, el diferencial respecto al bono germano, rebajaba la tensión de las últimas semanas y se colocaba en los 448 puntos básicos. Un alivio que se debe, más que a las declaraciones de Merkel, a que Alemania tuvo que subir sus tipos de interés en la subasta del miércoles. Mientras, la prima de riesgo italiana continuaba en torno a los 500 puntos básicos y volvía a superar el umbral del 7% de rentabilidad.

LOS PRÓXIMOS CAMBIOS

La cumbre de Estrasburgo ha servido para cerrar, al menos por el momento, dos debates clave a la hora de frenar el acoso de los mercados; pero también para conocer los próximos pasos que darán los líderes europeos para atajar la crisis.

Según han anunciado, Merkel y Sarkozy presentarán 'en los próximos días' una propuesta para reformar los tratados de la UE. El proyecto se explicará al Consejo Europeo antes del 9 de diciembre, y en él se incluirán una serie de medidas para recuperar la confianza y evitar que esta crisis se vuelva a repetir en un futuro.

La canciller alemana detalló que esas medidas irán encaminadas a conseguir una cooperación política 'más estrecha' entre los distintos países miembros y que habrá que establecer una mayor unión fiscal, por ejemplo, reforzando el Pacto de Estabilidad y Crecimiento para que pueda imponer sanciones automáticas.

En esta misma línea, Monti defendió que la unidad fiscal es 'necesaria' para dar una mayor estabilidad a la 'zona euro', aunque añadió también que cada país tiene que hacer sus 'deberes en casa' para evitar 'una nueva recesión'.

Mientras, el BCE anunciaba una serie de cambios a corto plazo dedicados a impulsar el crédito en los países europeos. Según fuentes de la institución, Mario Dragui está estudiando ampliar el plazo de los préstamos que ofrece a la banca hasta dos o incluso tres años -hasta ahora era de un año-. Una posibilidad sin precedentes que iría encaminada a liberar el cada vez más bloqueado mercado interbancario.

La liquidez también podría aportarse en un horizonte similar pero a través de un conjunto de préstamos a corto plazo, con el compromiso de mantener la línea de crédito abierta por un periodo de hasta tres años.

Según las mismas fuentes, ambas opciones se comentaron en la reunión que el BCE mantuvo la semana pasada con un grupo de entidades, incluidas Goldman Sachs, Barclays Capital y Morgan Stanley.

'Dijeron que estaban preparados para ofrecer LTRO (operaciones de préstamos) a dos o tres años. La cuestión es si los bancos estarían interesados. Podría ser visto como un estigma si un banco utiliza financiación a dos o tres años del BCE', explicaron.

El BCE lo sabe, y por eso ha informado de estas primeras pinceladas: para medir el grado de interés que despiertan antes de su lanzamiento oficial.

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