Novacaixagalicia se convirtió ayer en fundación de régimen especial, un paso al que estaba abocada desde que en junio de 2011 traspasó su actividad financiera a Novagalicia Banco y se convirtió en su accionista. Precisamente ayer los representantes de la extinta Caja en el banco, Pilar Cibrán y Gonzalo Ortiz, presentaron su renuncia como miembros del consejo de administración de Novagalicia, después de que el FROB dejara a Novacaixagalicia sin participación.
El gran reto de esta fundación está ahora en conseguir fondos suficientes para mantener su obra social, que hasta ahora se ha nutrido de un remanente de 90 millones de euros, así como del cobro por el uso de sus instalaciones.
En este contexto de incertidumbre, Novacaixagalicia se convirtió en fundación de carácter especial de forma automática, una vez que la Xunta constató que debe dar este paso, a raíz de la consulta de la entidad, que inició los trámites para dar este paso hace más de cinco meses.
Esta transformación jurídica no afectará al funcionamiento ordinario de Novacaixagalicia, sino que, según la Xunta, supondrá que la entidad actuará de 'una forma más eficiente y operativa', al contar con una forma 'más acorde a su dimensión y actividad', tras ceder la estructura heredada de su origen como caja y pasar a gestionarse netamente como una fundación, con el correspondiente ahorro de costes y de gestión. No obstante, el gran reto de esta fundación está en conseguir fondos suficientes para mantener su obra social conforme a los planes de futuro del Plan Estratégico para 2012-2016 en las áreas socioasistencial, socioeconómica y cultural. La participación que tenía Novacaixagalicia en NCG, de poco más del 6%, ha quedado diluida y el banco pasó a estar por completo en manos del FROB, al ejecutarse la inyección de 5.425 millones de euros de ayudas procedentes del MEDE.
El pasado 21 de diciembre, el consejo de administración de Novacaixagalicia ya reclamó al Gobierno vías para financiar su obra social, dado que la falta de fondos pondría en riesgo la permanencia del catálogo de actividades en los centros de la hasta ahora caja. La memoria de actividades de 2012 muestra que Novacaixagalicia gestiona una red de 90 edificios y un Monte de Piedad que tiene como desafío mantener y desarrollar su obra social.
En este contexto de incertidumbre, Novacaixagalicia se convirtió en fundación de carácter especial de forma automática, una vez que la Xunta constató que debe dar este paso, a raíz de la consulta de la entidad, que inició los trámites para dar este paso hace más de cinco meses.
Esta transformación jurídica no afectará al funcionamiento ordinario de Novacaixagalicia, sino que, según la Xunta, supondrá que la entidad actuará de 'una forma más eficiente y operativa', al contar con una forma 'más acorde a su dimensión y actividad', tras ceder la estructura heredada de su origen como caja y pasar a gestionarse netamente como una fundación, con el correspondiente ahorro de costes y de gestión. No obstante, el gran reto de esta fundación está en conseguir fondos suficientes para mantener su obra social conforme a los planes de futuro del Plan Estratégico para 2012-2016 en las áreas socioasistencial, socioeconómica y cultural. La participación que tenía Novacaixagalicia en NCG, de poco más del 6%, ha quedado diluida y el banco pasó a estar por completo en manos del FROB, al ejecutarse la inyección de 5.425 millones de euros de ayudas procedentes del MEDE.
El pasado 21 de diciembre, el consejo de administración de Novacaixagalicia ya reclamó al Gobierno vías para financiar su obra social, dado que la falta de fondos pondría en riesgo la permanencia del catálogo de actividades en los centros de la hasta ahora caja. La memoria de actividades de 2012 muestra que Novacaixagalicia gestiona una red de 90 edificios y un Monte de Piedad que tiene como desafío mantener y desarrollar su obra social.
