El director de Inspección Financiera y Tributaria, el ourensano Luis Jones, que el martes presentó su dimisión, desvinculó ayer -día en el que su decisión se hizo pública-, que ésta responda a 'ningún intento de injerencia, ni de carácter político ni de ningún otro tipo' en las actuaciones de la Inspección.
El escrito de 'explicaciones', firmado por el propio Jones y distribuido por la Agencia Tributaria, asegura que su marcha 'no tiene relación alguna con la actuación de la Agencia Tributaria en ningún expediente o caso concreto'.
La decisión se produce -añade la nota- por 'discrepancias' en los últimos meses con el director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, en cuestiones relacionadas, en buena medida, con 'determinados nombramientos y ceses de funcionarios del área de Inspección Financiera y Tributaria' de la AEAT. Asuntos que en su opinión 'constituyen ámbitos esenciales de decisión del Departamento de Inspección'. Jones señala en la nora que ha creído conveniente aclarar estos aspectos ante las noticias que están apareciendo los últimos días en diversos medios de comunicación.
Su dimisión se produce después de la controversia en torno a la situación fiscal de la infanta Cristina en el marco del caso Nóos, que esta misma semana quiso zanjar el director de la Agencia al decir que Hacienda trata a todos los contribuyentes con 'generalidad e igualdad'. Anteriormente, la semana pasada, la Agencia había destituido a la inspectora encargada de un recurso de la multinacional Cemex. A este respecto, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, subrayó que no ha habido injerencia política en la Agencia Tributaria ni por su parte ni por parte de sus predecesores en el cargo.
La dirección de la Agencia Tributaria destituyó entonces a Dolores Linares, jefa adjunta de Control Tributario y Aduanero, después de que la inspectora rechazara un recurso de la empresa Cemex contra una sanción millonaria (alrededor de 450 millones), dado que la cementera tiene expediente abiertodesde julio de 2011 por los impuestos aplicables entre 2006 y 2009.
Este episodio provocó la dimisión posterior del jefe de la dependencia de Control Tributario de la Delegación de Grandes Contribuyentes, Ignacio Ucelay.
Desde fuentes de la propia Agencia se señalaba ayer que Jones tenía la intención de proponer a una persona de su confianza como sustituto de Ignacio Ucelay, siendo su candidato vetado por la dirección, lo que no hace más que confirmar la tensión existente en los últimos meses en el organismo.
Jones remitió ayer a sus subdirectores y directores regionales de Inspección la carta de motivos de su dimisión, el retraso de la sustitución de este alto cargo y el hecho de que la Agencia Tributaria no hubiera tenido en cuenta su opinión.
La decisión se produce -añade la nota- por 'discrepancias' en los últimos meses con el director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, en cuestiones relacionadas, en buena medida, con 'determinados nombramientos y ceses de funcionarios del área de Inspección Financiera y Tributaria' de la AEAT. Asuntos que en su opinión 'constituyen ámbitos esenciales de decisión del Departamento de Inspección'. Jones señala en la nora que ha creído conveniente aclarar estos aspectos ante las noticias que están apareciendo los últimos días en diversos medios de comunicación.
Su dimisión se produce después de la controversia en torno a la situación fiscal de la infanta Cristina en el marco del caso Nóos, que esta misma semana quiso zanjar el director de la Agencia al decir que Hacienda trata a todos los contribuyentes con 'generalidad e igualdad'. Anteriormente, la semana pasada, la Agencia había destituido a la inspectora encargada de un recurso de la multinacional Cemex. A este respecto, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, subrayó que no ha habido injerencia política en la Agencia Tributaria ni por su parte ni por parte de sus predecesores en el cargo.
La dirección de la Agencia Tributaria destituyó entonces a Dolores Linares, jefa adjunta de Control Tributario y Aduanero, después de que la inspectora rechazara un recurso de la empresa Cemex contra una sanción millonaria (alrededor de 450 millones), dado que la cementera tiene expediente abiertodesde julio de 2011 por los impuestos aplicables entre 2006 y 2009.
Este episodio provocó la dimisión posterior del jefe de la dependencia de Control Tributario de la Delegación de Grandes Contribuyentes, Ignacio Ucelay.
Desde fuentes de la propia Agencia se señalaba ayer que Jones tenía la intención de proponer a una persona de su confianza como sustituto de Ignacio Ucelay, siendo su candidato vetado por la dirección, lo que no hace más que confirmar la tensión existente en los últimos meses en el organismo.
Jones remitió ayer a sus subdirectores y directores regionales de Inspección la carta de motivos de su dimisión, el retraso de la sustitución de este alto cargo y el hecho de que la Agencia Tributaria no hubiera tenido en cuenta su opinión.
