La Autoridad de Canal de Panamá (APC) propuso ayer abonar inicialmente un adelanto extraordinario de 100 millones de dólares (unos 73,5 millones de euros) al consorcio liderado por Sacyr que construye la ampliación de esta infraestructura para garantizar de esta forma la continuación de las obras, condicionando además el aporte extraordinario de hasta 180 millones de dólares, unos 130 millones de euros, para dar continuidad a los trabajos.
El grupo de constructoras deberá realizar una contribución de un importe similar al primer adelanto (100 millones de dólares, 73,5 millones de euros) y además retirar su advertencia de paralizar las obras el próximo 20 de enero.
La propuesta de Panamá contemplaría así una aportación adicional de 83 millones de euros (unos 61 millones de euros) por parte de la Autoridad del Canal.
Esta es la propuesta que la ACP realizó al consorcio en la reunión que mantuvieron este martes en Panamá, tal y como detalló al término del encuentro el administrador del Canal, Jorge Quijano.
La propuesta de la APC establece que parte de las cantidades que se aporten se destinen a pagar a subcontratistas de la obra, y que el segundo lote de compuertas para las esclusas, que fabrica una empresa italiana, llegue a Panamá el próximo mes de febrero.
La de ayer se trataba de la primera reunión que celebran ambas partes desde que el pasado 1 de enero estallara el conflicto sobre las obras del Canal, al remitir el consorcio de Sacyr una carta a la ACP en la que avisaban de la paralización de las obras el 20 de enero en caso de que no le reconocieran los sobrecostes del proyecto, que estiman en unos 1.200 millones de euros.
TRAS LA VISITA DE PASTOR
El encuentro tuvo además lugar después de la reunión mantenida el lunes entre la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, en la que convinieron a ambas partes a buscar una solución negociada.
La italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la local Cusa completan el grupo de empresas lilderado por la española Sacyr que el mes de julio de 2009 se adjudicó el contrato de construcción del nuevo juego de esclusas del Canal de Panamá, la principal obra de su ampliación y el mayor proyecto de ingeniería de carácter civil de la historia, por un importe final de 2.300 millones de euros.
El proyecto, que actualmente presenta un grado de ejecución del 70%, estaba inicialmente previsto para agosto de 2014, si bien la última fecha de conclusión estimada es el primer semestre de 2015.
La reunión entre el consorcio y la ACP fue la primera que ambas partes mantienen desde que el pasado 1 de enero estalló el conflicto en las obras del Canal, con la carta que las constructoras mandaron a los promotores avisando de la próxima paralización de los trabajos en caso de que no se les reconocieran los citados sobrecostes por imprevistos surgidos en el proyecto, algo que la Autoridad del Canal rechazó rotundamente desde el primer momento.
La propuesta de Panamá contemplaría así una aportación adicional de 83 millones de euros (unos 61 millones de euros) por parte de la Autoridad del Canal.
Esta es la propuesta que la ACP realizó al consorcio en la reunión que mantuvieron este martes en Panamá, tal y como detalló al término del encuentro el administrador del Canal, Jorge Quijano.
La propuesta de la APC establece que parte de las cantidades que se aporten se destinen a pagar a subcontratistas de la obra, y que el segundo lote de compuertas para las esclusas, que fabrica una empresa italiana, llegue a Panamá el próximo mes de febrero.
La de ayer se trataba de la primera reunión que celebran ambas partes desde que el pasado 1 de enero estallara el conflicto sobre las obras del Canal, al remitir el consorcio de Sacyr una carta a la ACP en la que avisaban de la paralización de las obras el 20 de enero en caso de que no le reconocieran los sobrecostes del proyecto, que estiman en unos 1.200 millones de euros.
TRAS LA VISITA DE PASTOR
El encuentro tuvo además lugar después de la reunión mantenida el lunes entre la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, en la que convinieron a ambas partes a buscar una solución negociada.
La italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la local Cusa completan el grupo de empresas lilderado por la española Sacyr que el mes de julio de 2009 se adjudicó el contrato de construcción del nuevo juego de esclusas del Canal de Panamá, la principal obra de su ampliación y el mayor proyecto de ingeniería de carácter civil de la historia, por un importe final de 2.300 millones de euros.
El proyecto, que actualmente presenta un grado de ejecución del 70%, estaba inicialmente previsto para agosto de 2014, si bien la última fecha de conclusión estimada es el primer semestre de 2015.
La reunión entre el consorcio y la ACP fue la primera que ambas partes mantienen desde que el pasado 1 de enero estalló el conflicto en las obras del Canal, con la carta que las constructoras mandaron a los promotores avisando de la próxima paralización de los trabajos en caso de que no se les reconocieran los citados sobrecostes por imprevistos surgidos en el proyecto, algo que la Autoridad del Canal rechazó rotundamente desde el primer momento.
