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La reproducción de las plantas, variada

Reproducción asexual de plantas mediante la utilización de un esqueje.
photo_camera Reproducción asexual de plantas mediante la utilización de un esqueje.
Además de las semillas, existen métodos asexuales como los tubérculos o los esquejes

Muchas especies vegetales tienen más de un método de reproducción, por si el método convencional basado en la polinización de las flores, no da lugar a descendencia. Todo ser vivo sobre la tierra tiene interiorizada la misión de dejar descendencia sobre esta y mantener su estirpe durante los años, los animales tienen sus métodos y las plantas los suyos, estos métodos han hecho que estas especies se hayan mantenido a lo largo de la historia.

La reproducción sexual de las plantas, consiste en que un gameto femenino sea fecundado por un gameto masculino mediante un agente externo, ya sea el viento, un insecto o un pájaro. Cuando una flor llega a ser fecundada, esta se transformará en una semilla. La mayoría de semillas dan lugar a un fruto, pero existen algunas semillas que utilizan otras técnicas, como las semillas de chopo (Populus nigra), que se recubren de unos finos hilos de un material similar al algodón y se los lleva el viento. Estas semillas es lo que la gente ve por la calle en primavera y erróneamente denomina “polen”.

Por otro lado, existen los métodos que mencionábamos en un principio, métodos que no requieren de agentes externos ni necesitan de dos gametos para crear un nuevo individuo. Estos métodos son: los tubérculos, los bulbos, los estolones, los rizomas y los esquejes.

Un tubérculo es un tallo subterráneo, modificado y engrosado donde se acumulan los nutrientes de reserva para la planta. Existen especies que producen tubérculos comestibles para el ser humano y por ello se cultivan desde hace milenios, en particular en América del Sur. La papa o patata (Solanum tuberosum) es el tubérculo más consumido en el mundo.

Los bulbos son órganos subterráneos de almacenamiento de nutrientes, los cuales cumplen la función de órgano reservante. Las plantas que poseen este tipo de estructuras se denominan colectivamente plantas bulbosas. Los bulbos se clasifican en dos tipos, tunicados y escamosos.  Entre los bulbos tunicados se incluyen el tulipán, el narciso, el jacinto, la cebolla y los ajos ornamentales. Un ejemplo de bulbo imbricado es el lirio. El bulbo imbricado no tiene la túnica que protege las escamas carnosas.

Un rizoma es un tallo subterráneo con varias yemas que crecen de forma horizontal emitiendo raíces y brotes herbáceos de sus nudos, al igual que los bulbos y los tubérculos estos también almacenan nutrientes. Según su crecimiento y ramificación, los rizomas pueden clasificarse en dos grupos: ramificaciones simpodiales o monopodiales. Para diferenciarlos podríamos resumir ambos grupos en que en las ramificaciones simpodiales la planta original acaba muriendo mientras que en los monopodiales no. Las plantas que poseen rizomas son, por ejemplo: el jengibre, la menta, el lirio, el bambú o la grama.

Los estolones son un tipo de tallo que tienen las plantas, suelen nacer en la base de los tallos principales y son rastreros, es decir, que se desarrollan en la superficie del suelo o incluso debajo del mismo. Los ejemplos más conocidos son la fresa o la menta.

Por último, tenemos el esqueje, quizá el más utilizado debido a su versatilidad, el esqueje, un tallo, rama o retoño de una planta que se injerta en otra o se introduce en la tierra para reproducir o multiplicar la planta.

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