La revolución agrícola ya aterriza en las ciudades

Un ejemplo de cultivo vertical, el siguiente paso en la evolución de la agricultura.
photo_camera Un ejemplo de cultivo vertical, el siguiente paso en la evolución de la agricultura.
El nuevo método de cultivo vertical multiplica por cuatro la productividad

Como ya hemos hablado, la idea de que la próxima revolución agrícola llevará a las granjas al corazón de las ciudades es cada vez más sensata; dicen que forrarán de verde el interior de las fábricas olvidadas que pueblan el paisaje urbano del mundo occidental; dicen que ahora viene el reto clave: alimentar más bocas en un solo día de las que nunca se han alimentado en la historia de la humanidad. Todas juntas.

Las granjas verticales llevan años entre nosotros, pero solo ahora empiezan a ser una realidad plausible y más habitual. Las granjas inglesas son capaces de multiplicar por cuatro la productividad de la tierra que cultivan sin utilizar más que luz natural. Es decir, incluso en climas con tan poca luz, los resultados son increíbles.

Si la agricultura intensiva se traslada al centro de las ciudades aún está por ver, pero desde luego la orientación en la que se encuentra actualmente la agricultura parece que toma este rumbo.

El principal problema es que la agricultura estándar es una actividad que se sigue desarrollando en sistemas abiertos. Es decir, casi imprevisibles y llenos de riesgo en los que dos noches de heladas significan pérdidas de hasta 9 millones de euros. En la década de 1850, los agricultores neerlandeses crearon el invernadero moderno para solucionar ese problema de la forma más evidente: creando entornos físicamente cerrados.

Las granjas verticales son solo el siguiente paso adelante y no, no se parecen en nada ni a las granjas tradicionales, ni a los invernaderos al uso. Son naves enormes llenas de estanterías repletas de verdura. En el caso de Shockingly Fresh, un proyecto de Offenham (Reino Unido) que no usa calefacción ni luz artificial, se cosechan miles de lechugas y coles asiáticas (pak choi). Dos millones al año, según sus cálculos. También están empezando a cultivar fresas a gran escala.

Todo ello consumiendo menos agua, menos pesticidas y produciendo mucho más de lo que producimos por metro cuadrado. La aeroponía, la hidroponía, la acuaponía, las granjas modulares y otras muchas metodologías son las que están detrás de todo esto. Es decir, viendo el estado (seminal) de todas estas técnicas parece claro que hay mucho camino por recorrer.

Entremos en materia: la aeroponía es el proceso de cultivar plantas en un entorno aéreo o de niebla sin hacer uso de suelo. Los cultivos aeropónicos difieren de los convencionales cultivos hidropónicos y crecimiento in vitro. Como se usa agua para transmitir nutrientes, a veces se habla de los aeropónicos como un tipo de hidropónico, sin embargo, en el caso de un cultivo hidropónico, las raíces están completamente sumergidas en una solución líquida con alto contenido de nutrientes y sales minerales.

En España solo el 5% de la población se dedica a la agricultura. Llevamos décadas haciendo cada vez más con menos; eso no es ningún misterio. Lo que ocurre es que esto no ha hecho más que empezar. A pesar de ser uno de los países con mayor producción agrícola de Europa estamos lejos de alcanzar las técnicas mas punteras en el sector, esto es algo que deberá cambiar si queremos alcanzar las producciones que otros países esperan con estos métodos en el futuro.

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