El frío y la lluvia de la primavera afectó a la uva de la Denominación de Origen Rías Baixas en un momento clave de su crecimiento y el verano tan irregular no ayuda.
Así que, según las primeras estimaciones del consello regulador de la denominación de origen, la vendimia de este año podría estar entre los 15 y 20 millones de kilos, lo que supone una reducción de prácticamente el 50% con respecto a la anterior, que se había acercado a los 42, una cifra que fue extraordinaria. De todas formas, desde la denominación explican que hay mucha irregularidad y en algunos puntos la reducción estará entre el 30 y el 40%.
racimos irregulares
La causa ha sido el tiempo y en concreto las condiciones climatológicas durante la primavera, en la fase de purga, que es uno de los momentos clave para el desarrollo de la uva. Las temperaturas primaverales fueron más bajas y con un elevado grado de humedad, lo que afectó al cuajado de la flor y provocó la formación de racimos muy irregulares, con corrimientos de grano, desgrano o racimos muy pequeños.
A ello se añade un verano poco cálido, con grandes altibajos en las temperaturas, nieblas y lluvias que han contribuido al incremento de las plagas, especialmente de mildium y oidio. 'A día de hoy, que ya estamos en el envero, las pérdidas en los racimos son claras', explican desde la denominación de origen Rías Baixas.
En definitiva, mala formación del racimo, bajas temperaturas y lluvias que condicionaron la aplicación de los tratamientos contra las plagas, determinarán la vendimia de este año, que previsiblemente se retrasará en su comienzo con respecto a los últimos años. Las previsiones colocan el inicio de la recolección a partir del 20 de septiembre, pero esta fecha podría variar mucho en función de las condiciones metereológicas que se den en las próximas semanas, que determinarán su adelanto o atraso. n
racimos irregulares
La causa ha sido el tiempo y en concreto las condiciones climatológicas durante la primavera, en la fase de purga, que es uno de los momentos clave para el desarrollo de la uva. Las temperaturas primaverales fueron más bajas y con un elevado grado de humedad, lo que afectó al cuajado de la flor y provocó la formación de racimos muy irregulares, con corrimientos de grano, desgrano o racimos muy pequeños.
A ello se añade un verano poco cálido, con grandes altibajos en las temperaturas, nieblas y lluvias que han contribuido al incremento de las plagas, especialmente de mildium y oidio. 'A día de hoy, que ya estamos en el envero, las pérdidas en los racimos son claras', explican desde la denominación de origen Rías Baixas.
En definitiva, mala formación del racimo, bajas temperaturas y lluvias que condicionaron la aplicación de los tratamientos contra las plagas, determinarán la vendimia de este año, que previsiblemente se retrasará en su comienzo con respecto a los últimos años. Las previsiones colocan el inicio de la recolección a partir del 20 de septiembre, pero esta fecha podría variar mucho en función de las condiciones metereológicas que se den en las próximas semanas, que determinarán su adelanto o atraso. n
