El Gobierno considera que esa no es la solución y advierte de que las líneas esenciales de la reforma no se van a cambiar

Los sindicatos desafían a Rajoy con la sexta huelga general de la democracia

Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez anuncian la convocatoria de huelga general. (Foto: JUANJO MARTÍN)
El mes de marzo tiene una fecha marcada en rojo, la correspondiente al día 29. Los sindicatos mayoritarios aprobaron por unanimidad la convocatoria de una huelga general, -la sexta de la democracia y la segunda contra un Gobierno del PP-, contra la reforma laboral.
Los secretarios generales de CC.OO y UGT calificaron el paro de 'inevitable, justo y necesario' y aseguraron que éste 'no es un fin, sino un medio'. Por su parte, el Gobierno indicó que la huelga 'no es la solución' y advirtió de que, en lo esencial, no se cambiará la reforma. La fecha escogida coincide con el paro general convocado por los sindicatos nacionalistas en País Vasco y Navarra y la CIG en Galicia y el día previo a la presentación de los Presupuestos del Estado.

El objetivo de la huelga general está claro: modificar la reforma laboral. Una reforma que, a juicio de los secretarios de CC.OO y UGT, es 'la más regresiva' para los derechos de los trabajadores y por ello, desde su puesta en marcha, trataron de combatirla en las calles con manifestaciones, concentraciones y otros actos de protesta. Entre estos, figuran las 60 manifestaciones convocadas en toda España para el próximo domingo.

En palabras de Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC.OO, la reforma aprobada por el Gobierno 'es rechazable por las formas', ya que 'puede arruinar varios decenios de diálogo social', pero, sobre todo, es rechazable 'por los contenidos', ya que es 'la más regresiva de la democracia'.

'Inevitable, justa y necesaria'. Así es como el líder de CC.OO definió la huelga general convocada. Asimismo, advirtió que este paro 'no es un fin, sino un medio' para conseguir introducir cambios durante el trámite parlamentario..

Los sindicatos quisieron dejar claro que se vieron obligados a convocar el paro tras la negativa del Gobierno a sentarse a negociar con ellos cambios en la reforma laboral que eliminen los aspectos más lesivos para los trabajadores. Tras haber enviado dos cartas al líder del Ejecutivo, Mariano Rajoy, incluyendo en una de ellas sus alternativas a la reforma, los sindicatos dieron de plazo al Gobierno para responder hasta el jueves pasado, día en que la reforma se convalidó en el Congreso.


''NO ES LA SOLUCIÓN'

El Ejecutivo, a través de la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, expresó su respeto a la decisión de los sindicatos, pero avisó de que una huelga general 'no es la solución' a la crisis.Sáenz de Santamaría indicó que, en momentos graves como los actuales, lo que piden los ciudadanos son 'esfuerzos constructivos' para mejorar el país.

Las huelgas generales no son soluciones constructivas', indicó la vicepresidenta, que insistió en la necesidad de que se tenga en cuenta la situación difícil y 'dramática' que vive España. 'Un país donde 5,2 millones de personas no pueden trabajar necesita muchas reformas', defendió .

La vicepresidenta afirmó que el Gobierno sí mantuvo un diálogo con los sindicatos, de hecho calculó que se llevaron a cabo 'unas 32' reuniones entre miembros del Ministerio de Empleo y las centrales sindicales.

Asimismo, señaló que el Ejecutivo está abierto a 'enriquecer' el texto durante el proceso de enmiendas al mismo, por lo que ha invitado a los Grupos a hacer sus aportaciones. Sin embargo, la vicepresidenta dejó claro que las líneas y principios 'esenciales' de la reforma 'se van a mantener'.

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