Solo el 5% de los contribuyentes usa las deducciones gallegas en el IRPF

Las estadísticas de beneficiarios de las deducciones autonómicas del IRPF cuestionan la verdadera utilidad de la mayoría de estas desgravaciones amparadas por la Ley para la financiación de las comunidades autónomas. En cada campaña de Renta, medidas que son anunciadas para buscar efecto social y reconocimiento de la gestión pública quedan rebajadas a simples anuncios y marketing por la mínima aplicación y representatividad entre los contribuyentes. La infrautilización de las deducciones autonómicas no es exclusiva de Galicia. Afecta a todas las comunidades. A excepción de las desgravaciones por circunstancias personales y familiares, como por nacimiento y adopción de hijos, familia numerosa o cuidado de hijos menores; de las que incentivan la compra, alquiler o reforma de vivienda habitual; y de las que estimulan el uso de tecnologías y la digitalización de los hogares, el resto de las más de 300 deducciones autonómicas que están en vigor en España resultan poco eficaces y nada universales. En 2019 (último año con estadísticas de la Agencia Tributaria), 71.092 contribuyentes residentes en Galicia se beneficiaron de las deducciones existentes en esta comunidad. Fueron solo el 5,4% del total de 1.320.00 declarantes del IRPF, que consiguieron desgravar una media de 326 euros por persona. El importe global ascendió a 23,18 millones de euros. Únicamente cinco deducciones superaron el millar de beneficiarios. La más aplicada fue la de nacimiento o adopción de hijos, con 32.728 declarantes, que desgravaron 13,12 millones en conjunto y 401 euros de media. Las otras cuatro con moderada representatividad fueron la de familia numerosa (18.323 beneficiarios y 176 euros de deducción media), la de cuidado de hijos menores (16.255 contribuyentes y 186 euros de importe medio), la de alquiler de vivienda habitual por menores de 36 años (12.710 personas y 234 euros de deducción media) y la de compensación del gasto en nuevas tecnologías en los hogares gallegos (4.473 declaraciones y 72 euros de rebaja tipo). Mientras, medidas fiscales muy repetidas e incorporadas al discurso político apenas han tenido efecto práctico. La deducción especial por las subvenciones y ayudas que recibieron los afectados por la oleada de incendios forestales de octubre de 2017 fue utilizada por 13 declarantes, que desgravaron 33.100 euros (2.544 de media). Y aún tuvo menos repercusión la reducción fiscal para "paliar los daños" causados por la explosión de material pirotécnico en Tui, ocurrida en mayo de 2018. Aparece encasillada como secreto estadístico en el desglose de la Agencia Tributaria, lo que indica que tuvo menos de tres beneficiarios. Nulo interés por los estímulos a la inversión empresarial Desde las deducciones por circunstancias personales o familiares, por vivienda y por tecnologías en los hogares se produce una brecha con el resto de desgravaciones autonómicas. La siguiente por número de beneficiarios apenas alcanza los 300. Es la de discapacidad para mayores de 65 años que requieran cuidados de terceras personas. El importe medio de reducción se cifró en 484 euros. Por su parte, el acogimiento familiar de menores permitió 227 desgravaciones, por algo menos de 230 euros cada una. Ninguno de los tres incentivos con los que el Gobierno gallego busca estimular la inversión empresarial ha tenido alcance. La compra de acciones o participaciones sociales en nuevas entidades, y su financiación, sumaron solo 61 declarantes, y apenas 77.000 euros, y la de inversión en empresas cotizadas en el MAB, 17 beneficiarios y 13.500 euros. “La donación para I+D no da ni para un contrato de 4 meses" A pesar del atractivo título de "donaciones con finalidad en investigación y desarrollo científico e innovación tecnológica", en 2019 solo optaron por esta desgravación 128 contribuyentes residentes en Galicia, es decir, el 0,001% del total. Únicamente lograron desgravar de media 42 euros (5.341 euros en total). Los "incentivos" fiscales de las comunidades autónomas están desde hace años en el punto de mira de colectivos profesionales como Gestha (Técnicos del Ministerio de Hacienda). Su secretario general, José María Mollinedo, interpreta con contundencia el dato de infrautilización de la deducción por donaciones a I+D+i en Galicia: "Si pretenden que haya investigación, que las personas donemos para que exista un I+D en Galicia, tendrían que hacer otro tipo de políticas, porque una donación ya se ve lo que consigue. Es preferible que esos 5.341 euros que le cuesta al Gobierno gallego esta deducción autonómica se la diera directamente a esa actividad". Mollinedo añade que "si en sus presupuestos sale que fomenta el I+D en Galicia con 5.300 euros, a lo mejor quedan en evidencia algunas políticas públicas. Esos 5.300 euros no dan ni para contratar cuatro meses a un investigador", concluye. ENERGÍAS RENOVABLES El resultado de la desgravación por donaciones a la investigación es incluso menor que el de inversiones en instalaciones de climatización o agua caliente sanitaria con energías renovables para autoconsumo en la vivienda habitual, casilla que fue utilizada en 2019 en 178 declaraciones en Galicia, con un importe total de 44.100 euros y una desgravación media de 248. Tampoco calan en esta comunidad las deducciones por rehabilitación de inmuebles situados en centros históricos. En el último ejercicio con estadísticas se limitaron a 61 declaraciones, por un global de 136.500 euros y 2.237 euros de reducción media. El estímulo a la inversión en empresas agrarias o cooperativas quedó sin efecto. Figura como secreto estadístico, con solo uno o dos declarantes acogidos.