El expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, presentó una demanda por despido improcedente contra la compañía.
Fernández de Sousa y la empresa, en la que trabajó desde 1977, celebraron la semana pasada un acto de conciliación en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) de Vigo, que terminó sin acuerdo y en el que el expresidente de Pescanova defendió su condición de trabajador durante 37 años.
Fernández de Sousa, que cuenta con un 7,515% del capital, presentó su dimisión como presidente el pasado 17 de julio después de conocerse el informe forense realizado por KPMG, que revelaba que en los últimos ejercicios se diseñaron y ejecutaron prácticas contables para ocultar deuda.
Un día después de presentar su renuncia, el expresidente de Pescanova aseguraba que no recibiría indemnización alguna ni tendría derecho a paro, al no tener cláusula de blindaje 'de ningún tipo'.
El expresidente de la firma gallega percibió en 2011 en su condición de consejero ejecutivo un total de 989.000 euros, frente a los 693.000 euros de un año antes y a los 620.000 euros que cobró en 2009, lo que supone un incremento de casi un 60% en tres años.
Fernández de Sousa, que cuenta con un 7,515% del capital, presentó su dimisión como presidente el pasado 17 de julio después de conocerse el informe forense realizado por KPMG, que revelaba que en los últimos ejercicios se diseñaron y ejecutaron prácticas contables para ocultar deuda.
Un día después de presentar su renuncia, el expresidente de Pescanova aseguraba que no recibiría indemnización alguna ni tendría derecho a paro, al no tener cláusula de blindaje 'de ningún tipo'.
El expresidente de la firma gallega percibió en 2011 en su condición de consejero ejecutivo un total de 989.000 euros, frente a los 693.000 euros de un año antes y a los 620.000 euros que cobró en 2009, lo que supone un incremento de casi un 60% en tres años.