La dirección suprime la actividad de la línea 2 en el turno de fin de semana e inicia las negociaciones con los sindicatos
La crisis de microchips que afecta a la industria de automoción a nivel mundial obliga a la planta de Stellantis Vigo, antigua PSA, a reorganizar sus planes de actividad. La dirección de la planta de Balaídos informó ayer de que se procederá a la suspensión temporal de los trabajos del sistema 2 –línea de montaje en la que se ensamblan furgonetas y monovolúmenes– en el cuarto turno los fines de semana. Esta medida afecta aproximadamente a unos 700 empleados vinculados a esta línea de producción en el cuarto turno. La suspensión no supone la parada total de la planta en fin de semana, dado que el sistema 1 –en el que se monta el Peugeot 2008 y los modelos Peugeot 301 y C-Elysée– continuará su actividad en este turno.
La supresión de la actividad en esta línea de producción fue trasladada ayer en el marco de las reuniones periódicas que mantiene la dirección de Stellantis Vigo con el comité de empresa por los problemas de suministros derivados de la crisis los microchips. Con el objetivo de lograr una organización de la actividad productiva más adaptada al desabastecimiento de semiconductores, la dirección de la factoría de Balaídos propuso esta medida para mantener un “calendario de trabajo más regular”. En los próximos días se dará inicio al proceso de negociación para estudiar la situación, establecer la fecha concreta de suspensión y poner en marcha los mecanismos de flexibilidad interna que maneja la factoría a fin de mitigar el impacto de la medida sobre la plantilla a través de “medidas no traumáticas”.
El sistema 2 de la factoría de Balaídos inició este mismo lunes una nueva parada en su actividad que se prolongará al menos hasta este jueves, sumándose a la interrupción que ya tuvo lugar durante la pasada semana. Se espera que esta decisión arrastre nuevamente a la industria auxiliar de automoción, con algo más de 120 compañías gallegas ya afectadas por las anteriores paradas. La planta viguesa de Stellantis acumula en torno a 80 paradas, ya sean totales o parciales, desde finales del pasado año por el desajuste entre la oferta y la demanda de microchips provenientes del continente asiático.
