La prima de riesgo en una zona insostenible, agitando cada vez con mayor fuerza la posibilidad de un rescate al país, y el hundimiento de la Bolsa en la jornada de ayer pusieron un broche negro a una semana ya se por sí difícil, en la que el Gobierno aprobó el plan de recortes más duro de la democracia.
Por lo que respecta a la prima de riesgo, alcanzaba ayer durante la sesión los 612,5 puntos básicos, un máximo histórico desde la creación del euro, terminó la jornada en 609,9 mientras que la rentabilidad del bono hispano la acabó en el 7,26 %.
El sobrecoste que los inversores exigen por la compra de deuda soberana española en el mercado secundario, que provocó que al cierre de la sesión se produzca un nuevo máximo desde que naciese la zona euro, se disparó después de que el rendimiento del bono alemán a diez años, cuyo diferencial con el español del mismo plazo mide el riesgo país, cayera con fuerza ayer hasta el 1.164 %. Al cierre de la sesión, el alemán se situó en el 1,167 %.
Los analistas consultados evitaron dar una explicación concreta a cerca del repunte, si bien recordaron la presión que existe sobre los países europeos periféricos en el mercado de deuda en las últimas semanas y cómo España sufre especialmente estos miedos inversores, a pesar de las últimas medidas anticrisis tomadas por el Gobierno.
El nerviosismo del mercado, el hecho de que los inversores esperan medidas más concretas sobre la reducción del déficit en España, así como que el Banco Central Europeo (BCE) sigue sin actuar en el mercado de deuda soberana son otros de los argumentos señalados por los inversores.
NOTICIAS NEGATIVAS
Por otra parte, ayer coincidieron varias noticias negativas para el mercado sobre España, como que Valencia haya pedido su adhesión al fondo de liquidez autonómico para poder hacer frente a los vencimientos de deuda de este año y al pago de proveedores .
Hay voces que aseguran que 'España no puede aguantar días como los de ayer durante mucho tiempo'. El profesor de ESADE Robert Tornabell señaló que 'con el interés del bono español a más del 7 % estamos sobrepasando la línea roja por la que fueron rescatados Irlanda, Grecia y Portugal'.
Los analistas también destacaron que el BCE tiene que intervenir y comprar deuda de periféricos, ya sea en el mercado primario -en las subastas- o en el secundario, para evitar los temores de los inversores a la ruptura del euro y sin olvidar que, aunque España esté ahora protagonizando los miedos, estos temores también afectarán a Italia y Francia a medio plazo.
El sobrecoste que los inversores exigen por la compra de deuda soberana española en el mercado secundario, que provocó que al cierre de la sesión se produzca un nuevo máximo desde que naciese la zona euro, se disparó después de que el rendimiento del bono alemán a diez años, cuyo diferencial con el español del mismo plazo mide el riesgo país, cayera con fuerza ayer hasta el 1.164 %. Al cierre de la sesión, el alemán se situó en el 1,167 %.
Los analistas consultados evitaron dar una explicación concreta a cerca del repunte, si bien recordaron la presión que existe sobre los países europeos periféricos en el mercado de deuda en las últimas semanas y cómo España sufre especialmente estos miedos inversores, a pesar de las últimas medidas anticrisis tomadas por el Gobierno.
El nerviosismo del mercado, el hecho de que los inversores esperan medidas más concretas sobre la reducción del déficit en España, así como que el Banco Central Europeo (BCE) sigue sin actuar en el mercado de deuda soberana son otros de los argumentos señalados por los inversores.
NOTICIAS NEGATIVAS
Por otra parte, ayer coincidieron varias noticias negativas para el mercado sobre España, como que Valencia haya pedido su adhesión al fondo de liquidez autonómico para poder hacer frente a los vencimientos de deuda de este año y al pago de proveedores .
Hay voces que aseguran que 'España no puede aguantar días como los de ayer durante mucho tiempo'. El profesor de ESADE Robert Tornabell señaló que 'con el interés del bono español a más del 7 % estamos sobrepasando la línea roja por la que fueron rescatados Irlanda, Grecia y Portugal'.
Los analistas también destacaron que el BCE tiene que intervenir y comprar deuda de periféricos, ya sea en el mercado primario -en las subastas- o en el secundario, para evitar los temores de los inversores a la ruptura del euro y sin olvidar que, aunque España esté ahora protagonizando los miedos, estos temores también afectarán a Italia y Francia a medio plazo.
