El acusado de asesinar a una exedil del Ayuntamiento de Castellón confiesa su culpabilidad y pide perdón

El acusado de asesinar a la exconcejal del Ayuntamiento de Castellón Concepción Roig en mayo de 2010 y para el que el fiscal solicita 24 años y medio de prisión ha ratificado este lunes la confesión que realizó ante el juzgado de instrucción respecto a que era responsable de la muerte y que había robado joyas a la víctima y ha pedido perdón por los hechos.
En la primera sesión del juicio oral que se sigue en la sección segunda de la Audiencia provincial de Castellón, el procesado, que sólo ha querido responder a las preguntas de su abogado, ha reconocido que, además de a la víctima, también le ha robado joyas a su madre y a su abuela para poder jugar en las máquinas tragaperras.

Tras esta confesión y cuando su abogado le ha preguntado si quería manifestar algo más, el acusado ha dicho: 'me arrepiento mucho y pido perdón a la familia, a ustedes y a mi madre porque no tenía que estar ahí, y lo siento mucho'.

La acusación particular ha solicitado 26 años y medio de prisión para el procesado y, al igual que el fiscal, un año y medio de cárcel para su madre, acusada de un delito continuado de hurto. Las defensas de ambos procesados, por su parte, han pedido la libre absolución para sus patrocinados.

La acusada, durante su declaración, ha indicado que llevaba trabajando para la víctima y su familia entre 8 y 9 años, que nunca había tenido problemas y que era muy apreciada.

A preguntas del fiscal, ha señalado que Concepción Roig le dijo que faltaban joyas de la casa, por lo que ella le preguntó a sus hijos si habían robado algo porque no 'se fiaba' mucho del mayor -el procesado-, ya que jugaba a las máquinas tragaperras.

Asimismo, ha confesado que a ella también le habían desaparecido joyas de su propiedad. Cuando pensó que su hijo mayor podría ser el autor de los robos en casa de la exconcejal, -ya que empezó a ayudarla cuando la víctima se rompió la cadera- le dijo a ésta que se encargaría de pagarle todas las joyas, para lo que -según ha dicho- le compró dos anillos y unos pendientes.

Además, ha declarado que su jefa le regaló un abrigo, una esfinge egipcia y una cadena de oro -joyas que empeñó porque le hacía falta el dinero- y que le dijo que le iba a poner a su nombre un apartamento en Benicàssim 'por todo lo que había hecho por su familia'.

La acusada ha desmentido que fuese despedida por la víctima debido al robo de las joyas, y ha manifestado que fue ella misma quien decidió dejar el trabajo porque Concepción Roig no la tenía dada de alta en la Seguridad Social.

Posteriormente han declarado los cuatro hijos de la víctima, los cuales han coincidido en señalar que su madre les puso al corriente de que le estaban faltando joyas en casa que pensaba que se las estaba robando la acusada, a la que despidió cuando confirmó las sospechas. Así mismo, han confirmado que el acusado ayudó a Concepció Roig para sacarla a la calle y recogerla en silla de ruedas cuando ésta se fracturó la cadera.

Una de las hijas de la exedil ha señalado que vio a su madre la noche antes de fallecer y llevaba puestos un reloj de oro y un anillo que no han aparecido. La testigo también ha declarado que, aunque al principio la acusada indicó que su hijo era el que había robado las joyas, posteriormente confesó que había sido ella misma porque 'se le iba la cabeza' y que no volvería a hacerlo más.

OTRA OPORTUNIDAD

Entonces deciden darle otra oportunidad, hasta que le ponen un cebo con una esfinge de oro que había desaparecido y, cuando se informó del hecho a la asistenta, volvió a aparecer. La joya es escondida y vuelve a desaparecer, momento en que es despedida. Según una de las hijas de la víctima, 'ella asumió lo que había hecho, agachó la cabeza y dijo que lo entendía'.

Uno de los hijos y una amiga de la víctima han declarado que ésta se sentía presionada por la acusada tras despedirla, puesto que le reclamaba el dinero del último mes que Concepción Roig no le había pagado tras pactar que trabajaría gratis un tiempo por lo que le había robado.

Así mismo, la hermana de la víctima ha afirmado que ésta le dijo en un momento determinado que la acusada la mataría. 'Yo pensé que era a disgustos, pero, visto lo visto, no sé qué tipo de amenazas le profería', ha añadido la testigo, quien ha dicho intuir que las amenazas 'fueron a más'.

También han declarado en la sesión de este lunes varios testigos que se dedican a la compra-venta de oro, los cuales han confirmado que ambos acusados han realizado diversas operaciones en sus establecimientos entre 2009 y 2010.

El fiscal, en su escrito de conclusiones provisionales, asegura que ambos procesados, de nacionalidad rumana, al menos desde noviembre de 2009 y en días diversos, aprovecharon que la madre trabajaba como asistenta de Concepción Roig para apoderarse de diversas joyas de la exedil, tasadas pericialmente en 28.729,28 euros, en el domicilio de la mujer ubicado en Castellón. La víctima, cuando se dio cuenta de los hechos, despidió a la procesada el 14 de abril de 2010, sin formular denuncia.

Sin embargo, según el ministerio público, en hora no concretada pero comprendida entre las 14.30 a 16.30 horas del 25 de mayo de 2010, el acusado, con ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito, accedió al interior del domicilio de la exedil y, tras mantener una conversación con ella, cogió una catana y agredió a la mujer, de 70 años, y que no tuvo posibilidades de reacción.

El acusado ocasionó a la víctima múltiples heridas-inciso cortantes en cabeza, cuello, tórax, hombro y brazo izquierdos. Tras un forcejeo con el procesado y cuando la mujer, debido a las heridas causadas ya estaba desfalleciendo, le clavó el arma blanca en el cuello, lo que le ocasionó su muerte.

A continuación, según el fiscal, el acusado registró el domicilio en busca de joyas y se apoderó, entre otras, de un reloj de marca de oro, un anillo con brillante y de un monedero de piel marrón y diversa documentación personal, efectos tasados en 1.994,25 euros.

Además del delito continuado de hurto, el ministerio público acusa al procesado de un robo con violencia con uso de medio peligroso y de un delito de asesinato y considera que tanto en él como en su madre concurre la agravante de abuso de confianza. El juicio continuará este jueves.

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