Uno de los cuatro acusados de matar a un taxista de 50 años a las puertas de una discoteca de Mataró (Barcelona) en junio de 2008 ha negado ante el juez que participara en la paliza mortal, y ha inculpado a dos de sus amigos que este miércoles también se han sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona.
El encausado, Cristian S., entonces de 18 años y que lleva tres años en prisión preventiva, ha argumentado que todo el mundo está en su contra: 'Hay gente que lo vio. Estoy en prisión por algo que no he cometido. Que digan la verdad'.
Cristian S., que estaba con algunos amigos a las puertas de las discoteca Activa de Mataró, tras asistir a la celebración de la boda de la madre de un compañero, escuchó como un taxista insultaba a una de sus amigas, por lo que acudió al lugar y le pidió explicaciones al conductor quien, según él, le espetó 'me cago con tu madre'.
Acto seguido el acusado le rompió el retrovisor y logró que el taxista se marchara, si bien minutos después la víctima regresó al lugar con un bate de béisbol a la altura de la cara y se 'agredieron mutuamente' a puñetazos hasta que los amigos le apartaron.
Según él, se quedó en la acera llorando y observando la paliza hasta que los agentes de seguridad le persiguieron porque ya habían tenido problemas con él.
'Me dio del revés con el bate -la víctima-', ha señalado el joven, añadiendo que cuando supuestamente le apartaron vio a una de las procesadas, Pilar P., de entonces 20 años, que cogía el arma.
CONTRADICCIONES
También ha explicado que vio al hombre desplomarse cuando él ya no participaba en la agresión, pese a reconocer a la vez que llegó a darle algunas patadas, una contradicción que el Ministerio Fiscal ha remarcado.
Según la Fiscalía, Cristian S. le dio varios puñetazos al taxista y los procesados Xavier B. y Albert M. aprovecharon la circunstancia para darle 'fuertes patadas en el cuerpo y la cabeza apoyándose incluso en los vehículos que se encontraban estacionados para poder pegarle con más fuerza', y más tarde Pilar P. cogió el bate y también participó en la paliza.
La víctima fue ingresada en el hospital y murió al cabo de dos años a consecuencia de una 'insuficiencia respiratoria causada por las lesiones lesivas neurológicas producidas', según la fiscal.
Ante el juez, otro de los acusados, Xavier B., de entonces 20 años y también en prisión provisional, se ha desvinculado de la agresión afirmando que cuando llegó 'el jaleo ya había empezado'.
Xavier B. ha señalado a Cristian S. como a autor y ha exculpando a su amigo Albert M., también procesado, con el que aún tiene buena relación a diferencia de Cristian S., como ha puntualizado éste último en su declaración.
Dos de los acusados han explicado que el día de los hechos habían bebido mucho en la celebración de la boda y hasta habían consumido cristal de forma 'involuntaria', una circunstancia que la fiscal no ha considerado como eximente en sus conclusiones provisionales.
La Fiscalía ve los hechos constitutivos de un delito de asesinato con alevosía por el que pide una pena de 20 años de prisión para cada uno de los procesados y una indemnización de 240.000 euros a pagar conjuntamente a los hijos de la víctima y 50.000 euros a cada uno de sus hermanos, además de abonar casi 400 euros por los desperfectos del taxi.
Cristian S., que estaba con algunos amigos a las puertas de las discoteca Activa de Mataró, tras asistir a la celebración de la boda de la madre de un compañero, escuchó como un taxista insultaba a una de sus amigas, por lo que acudió al lugar y le pidió explicaciones al conductor quien, según él, le espetó 'me cago con tu madre'.
Acto seguido el acusado le rompió el retrovisor y logró que el taxista se marchara, si bien minutos después la víctima regresó al lugar con un bate de béisbol a la altura de la cara y se 'agredieron mutuamente' a puñetazos hasta que los amigos le apartaron.
Según él, se quedó en la acera llorando y observando la paliza hasta que los agentes de seguridad le persiguieron porque ya habían tenido problemas con él.
'Me dio del revés con el bate -la víctima-', ha señalado el joven, añadiendo que cuando supuestamente le apartaron vio a una de las procesadas, Pilar P., de entonces 20 años, que cogía el arma.
CONTRADICCIONES
También ha explicado que vio al hombre desplomarse cuando él ya no participaba en la agresión, pese a reconocer a la vez que llegó a darle algunas patadas, una contradicción que el Ministerio Fiscal ha remarcado.
Según la Fiscalía, Cristian S. le dio varios puñetazos al taxista y los procesados Xavier B. y Albert M. aprovecharon la circunstancia para darle 'fuertes patadas en el cuerpo y la cabeza apoyándose incluso en los vehículos que se encontraban estacionados para poder pegarle con más fuerza', y más tarde Pilar P. cogió el bate y también participó en la paliza.
La víctima fue ingresada en el hospital y murió al cabo de dos años a consecuencia de una 'insuficiencia respiratoria causada por las lesiones lesivas neurológicas producidas', según la fiscal.
Ante el juez, otro de los acusados, Xavier B., de entonces 20 años y también en prisión provisional, se ha desvinculado de la agresión afirmando que cuando llegó 'el jaleo ya había empezado'.
Xavier B. ha señalado a Cristian S. como a autor y ha exculpando a su amigo Albert M., también procesado, con el que aún tiene buena relación a diferencia de Cristian S., como ha puntualizado éste último en su declaración.
Dos de los acusados han explicado que el día de los hechos habían bebido mucho en la celebración de la boda y hasta habían consumido cristal de forma 'involuntaria', una circunstancia que la fiscal no ha considerado como eximente en sus conclusiones provisionales.
La Fiscalía ve los hechos constitutivos de un delito de asesinato con alevosía por el que pide una pena de 20 años de prisión para cada uno de los procesados y una indemnización de 240.000 euros a pagar conjuntamente a los hijos de la víctima y 50.000 euros a cada uno de sus hermanos, además de abonar casi 400 euros por los desperfectos del taxi.
