La propuesta del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, para retirar de la calle a los 'sin techo' con una ley estatal, reavivó ayer la precampaña electoral y logró apoyos en el PP y rechazos desde los partidos de izquierda.
Alberto Ruiz-Gallardón mantuvo ayer que su propuesta 'no tiene nada que ver con la ley de vagos y maleantes' con la que la compara su contrincante en la pugna por la alcaldía, el socialista Jaime Lissavetzky, sino que pretende 'proteger a los indigentes, también frente a la indiferencia de la propia sociedad'. Los 'sin techo' conforman, según Gallardón, 'una población muy difícil, un 40% de ellos tiene problemas mentales o de adicciones', y ante esta situación las administraciones públicas 'no pueden permanecer indiferentes'.
Desde su propio partido, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se definió como no amiga de las prohibiciones y, a pesar de que cree que los mendigos estarían mejor durmiendo en albergues que 'al raso', considera que no se debe 'privar a nadie de sus derechos'. Al ser preguntada si estaba en contra del deseo de Ruiz-Gallardón de cambiar la ley, Aguirre precisó que le parecía 'bien lo que proponga todo el mundo' y que respeta todas las opiniones, mucho más las del alcalde. 'El hecho de que (estas personas) no quieran aceptar esos servicios municipales es algo que muchos no compartimos o no comprendemos, pero es un hecho real y no hay más que asomarse a la calle, no ya en Madrid, sino en todas las ciudades más avanzadas del mundo' para corroborarlo, concluyó.
Para la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, la propuesta es 'populista' y 'estética', cuando lo que tiene que saber el alcalde 'es que cualquier ciudadano, cualquiera que sea su situación, no pierde ningún derecho, sigue teniendo los mismos derechos constitucionales que cualquier otro'. El candidato del PSM-PSOE a la alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, considera que lo que necesitan los sin techo es 'un plan de inclusión social y no un plan de limpiar las calles'. Calificó de 'vergonzante' que el alcalde anunciara su propuesta en un acto de seguridad en una comisaría, con lo que 'está hace una relación directa entre personas sin hogar y problemas de seguridad'.
Desde su propio partido, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se definió como no amiga de las prohibiciones y, a pesar de que cree que los mendigos estarían mejor durmiendo en albergues que 'al raso', considera que no se debe 'privar a nadie de sus derechos'. Al ser preguntada si estaba en contra del deseo de Ruiz-Gallardón de cambiar la ley, Aguirre precisó que le parecía 'bien lo que proponga todo el mundo' y que respeta todas las opiniones, mucho más las del alcalde. 'El hecho de que (estas personas) no quieran aceptar esos servicios municipales es algo que muchos no compartimos o no comprendemos, pero es un hecho real y no hay más que asomarse a la calle, no ya en Madrid, sino en todas las ciudades más avanzadas del mundo' para corroborarlo, concluyó.
Para la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, la propuesta es 'populista' y 'estética', cuando lo que tiene que saber el alcalde 'es que cualquier ciudadano, cualquiera que sea su situación, no pierde ningún derecho, sigue teniendo los mismos derechos constitucionales que cualquier otro'. El candidato del PSM-PSOE a la alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, considera que lo que necesitan los sin techo es 'un plan de inclusión social y no un plan de limpiar las calles'. Calificó de 'vergonzante' que el alcalde anunciara su propuesta en un acto de seguridad en una comisaría, con lo que 'está hace una relación directa entre personas sin hogar y problemas de seguridad'.
