La Audiencia Provincial de Madrid concedió hoy el tercer grado penitenciario a Javier Rosado, más conocido como el 'asesino del rol', a quien se condenó en 1994 a 42 años de prisión tras apuñalar, siguiendo las normas de un juego que él mismo había inventado, a Carlos Moreno, un hombre de 52 años que esperaba el autobús para ir a trabajar en el barrio madrileño de Manoteras.
Esta petición ya había sido realizada por la defensa del imputado en enero, abril y junio de 2007 y todas ellas le fueron denegadas porque los informes aseguraban que Rosado padecía alteraciones psicológicas. Sin embargo, ahora una vez concedido este privilegio, el preso podrá gozar, en los próximos días, de salidas de fin de semana.
Los hechos se produjeron en 1994, cuando Javier Rosado, estudiante de Químicas de 21 años, tras crear un juego de rol llamado 'Razas' convenció a su amigo Félix Martínez, estudiante de COU de 17 años, de salir en busca de una víctima a la que asesinar antes de las cuatro y media de la madrugada. Así, esa misma tarde asesinaron a Carlos Moreno, al que se acercaron simulando un robo como excusa. La víctima se defendió de sus atracadores y fue cuando los dos jóvenes lo apuñalaron en hasta 19 ocasiones y posteriormente lo empujaron hacia un parque cercano. Un año después fueron detenidos después de que un amigo los denunciara cuando éstos le propusieron participar en el juego.
Desde entonces el conocido como 'asesino del rol' permanece en prisión en Soto del Real, lo que supone las tres cuartas partes de la condena que se le impuso por delitos de asesinato, robo y conspiración para otro asesinato. Hasta ahora sólo había gozado de permisos puntuales y controlados, para que pudiera realizar los exámenes universitarios para sacar adelante tres carreras: Matemáticas, Químicas e Ingeniería Técnica Informática. Pero ahora, tras serle concedido el tercer grado, podrá salir a la calle con permisos de fin de semana.
En el auto, la Sección Quinta de la Audiencia madrileña estima el recurso de apelación interpuesto por 'el asesino del rol' contra la decisión del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Madrid, que le denegó en enero, abril y junio de 2007 la concesión del último grado penitenciario. Esta negación del permiso se basaba en los informes médicos sobre el preso, en los que se diagnosticaba al asesino graves alteraciones psicológicas y peligrosidad criminal.
Además, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias se negó también a darle la progresión en base a la naturaleza, entidad y la gravedad del delito que conmocionó a la opinión pública, ya que el caso provocó una preocupación generalizada y una avalancha masiva de críticas contra los juegos de rol, que llevó a los medios de comunicación a relacionar todo lo concerniente a estos juegos con patologías criminales.
BUEN COMPORTAMIENTO El último recurso que Rosado interpuso en junio, parece que finalmente ha dado resultado, ya que fue aceptado con el respaldo de la Junta de Tratamiento. Según el auto, los magistrados cambiaron de criterio y acordaron otorgarle la progresión de grado por la favorable evolución en los programas de tratamiento. También valoran la buena conducta penitenciaria; la ausencia de sanciones en el actual ingreso; el buen uso de de los permisos de salida; la no existencia de carrera delictiva, el apoyo familiar; y el aprovechamiento favorable en actividades formativas, entre otros aspectos.
Además de Rosado, la Audiencia madrileña condenó a Félix M.R., entonces menor de edad, a 12 años y 9 meses de cárcel como cooperador de asesinato, robo y conspiración para el asesinato. El joven ya ha terminado su condena.
Los hechos se produjeron en 1994, cuando Javier Rosado, estudiante de Químicas de 21 años, tras crear un juego de rol llamado 'Razas' convenció a su amigo Félix Martínez, estudiante de COU de 17 años, de salir en busca de una víctima a la que asesinar antes de las cuatro y media de la madrugada. Así, esa misma tarde asesinaron a Carlos Moreno, al que se acercaron simulando un robo como excusa. La víctima se defendió de sus atracadores y fue cuando los dos jóvenes lo apuñalaron en hasta 19 ocasiones y posteriormente lo empujaron hacia un parque cercano. Un año después fueron detenidos después de que un amigo los denunciara cuando éstos le propusieron participar en el juego.
Desde entonces el conocido como 'asesino del rol' permanece en prisión en Soto del Real, lo que supone las tres cuartas partes de la condena que se le impuso por delitos de asesinato, robo y conspiración para otro asesinato. Hasta ahora sólo había gozado de permisos puntuales y controlados, para que pudiera realizar los exámenes universitarios para sacar adelante tres carreras: Matemáticas, Químicas e Ingeniería Técnica Informática. Pero ahora, tras serle concedido el tercer grado, podrá salir a la calle con permisos de fin de semana.
En el auto, la Sección Quinta de la Audiencia madrileña estima el recurso de apelación interpuesto por 'el asesino del rol' contra la decisión del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Madrid, que le denegó en enero, abril y junio de 2007 la concesión del último grado penitenciario. Esta negación del permiso se basaba en los informes médicos sobre el preso, en los que se diagnosticaba al asesino graves alteraciones psicológicas y peligrosidad criminal.
Además, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias se negó también a darle la progresión en base a la naturaleza, entidad y la gravedad del delito que conmocionó a la opinión pública, ya que el caso provocó una preocupación generalizada y una avalancha masiva de críticas contra los juegos de rol, que llevó a los medios de comunicación a relacionar todo lo concerniente a estos juegos con patologías criminales.
BUEN COMPORTAMIENTO El último recurso que Rosado interpuso en junio, parece que finalmente ha dado resultado, ya que fue aceptado con el respaldo de la Junta de Tratamiento. Según el auto, los magistrados cambiaron de criterio y acordaron otorgarle la progresión de grado por la favorable evolución en los programas de tratamiento. También valoran la buena conducta penitenciaria; la ausencia de sanciones en el actual ingreso; el buen uso de de los permisos de salida; la no existencia de carrera delictiva, el apoyo familiar; y el aprovechamiento favorable en actividades formativas, entre otros aspectos.
Además de Rosado, la Audiencia madrileña condenó a Félix M.R., entonces menor de edad, a 12 años y 9 meses de cárcel como cooperador de asesinato, robo y conspiración para el asesinato. El joven ya ha terminado su condena.
