La Audiencia Nacional deja en libertad bajo fianza de 60.000 euros a la abogada Arantza Zulueta

La Audiencia Nacional ha dejado en libertad bajo fianza de 60.000 euros a la abogada de presos etarras Arantza Zulueta, imputada por actuar como enlace entre la dirección de ETA y sus presos y que permanecía en prisión desde el 14 de julio pasado después de que la banda terrorista le pidiera información para cometer un atentado contra este tribunal.
En un auto notificado este miércoles, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal revoca el auto de prisión que dictó el juez Fernando Grande-Marlaska y devuelve a Zulueta, que está imputada por un delito de integración en organización terrorista, a la situación procesal que tenía desde el 2 de diciembre de 2010, cuando el mismo tribunal la dejó en libertad bajo fianza en el marco de la causa contra los abogados de ETA.

La resolución judicial, de la que ha sido ponente la magistrada Ángeles Barreiro, justifica la puesta en libertad al considerar que durante los siete meses en los que Zulueta permaneció fuera de la cárcel no consta que realizara 'actividades que supongan que supongan una reiteración delictiva, en apoyo de la organización terrorista'.

ARRAIGO SOCIAL

Marlaska encarceló por primera vez a Zulueta el 19 de abril de 2010 después de desarrollar una operación en la que también fueron detenidos los abogados Iker Sarriegui y Jon Emparantza. La Sección Tercera de la Sala de lo Penal le devolvió la libertad provisional porque la investigación se encontraba muy avanzada y la abogada contaba con 'un arraigo social y laboral que minimizaba el riesgo de fuga'.

Sin embargo, el juez volvió a encarcelarla en julio pasado después de comprobar que, según una comunicación encriptada que fue hallada en su domicilio tras su primera detención, ETA le había pedido 'la elaboración de informaciones sobre la Audiencia Nacional para llevar a cabo una supuesta acción terrorista mediante el empleo de artefacto explosivo'.

La documentación que obra en la causa también revelaba que en noviembre de 2009 la dirección de la organización terrorista remitió una comunicación orgánica que fue hallada en el bolso de Zulueta en la que señalaba que la letrada era 'la persona indicada para coordinar una estructura denominada Amarauna (Tela de Araña)' que debía funcionar como 'red de inteligencia' de la banda.

El tribunal, que aprecia 'cumplidamente el ahínco' del juez Marlaska, sostiene que las nuevas revelaciones que justificaron el segundo ingreso en prisión suponen 'todo lo más una confirmación' de la comisión de los delitos que se le imputaban, pero 'desde luego no en un plano de actualidad'.

'MÁXIMA ENTIDAD' EN ETA

La investigación, que se desarrolló a partir de los 120.000 archivos que fueron incautados en la operación contra Halboka, determinó que 'la implicación de Zulueta dentro de la organización terrorista ETA, incluido el aparato político y militar, es de máxima entidad', hasta el punto de que su implicación en el 'antiguo frente de 'makos' (cárceles)' resulta 'casi accesorio'.

Marlaska también refería que los archivos informáticos que se le incautaron estaban 'en su mayoría escondidos en lugares estratégicos' y, además, 'o bien encriptados o bien borrados', aunque se han podido recuperar. Este hecho confirma el 'papel relevante' de la imputada 'dentro del entramado terrorista'.

En el despacho de la letrada, en concreto en la parte trasera de un cuadro que mostraba una viñeta sobre el proceso 18/98 contra el aparato político de ETA, se encontraron imágenes realizadas a mano alzada con un programa de edición gráfica que correspondían a la ubicación de tres zulos situados en el sur de Francia que fueron localizados en julio pasado.

Los depósitos, que se encontraban en las inmediaciones del monte Jara, entre las localidades de Saint Etienne de Baigorry y Saint Jean Pied de Port, ocultaban 60 kilogramos de clorato, dos fusiles de asalto G-3, munición, cordón detontante y 20.000 dólares en metálico.

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