Ballesteros pide el archivo del caso al creer probado que no dio el chivatazo

El inspector de la Brigada de Información de Álava José María Ballesteros, uno de los tres policías imputados en la causa en la que se investiga el 'chivatazo' que alertó a ETA de una operación contra su red de extorsión, ha pedido el archivo del caso al considerar probado que no fue el autor de la delación.
La defensa de Ballesteros -que admitió haber estado en el bar Faisán de Irún en la mañana del 4 de mayo de 2006, cuando se produjo el 'chivatazo'- justifica su petición en la declaración del propietario del establecimiento, José María Elosua, que el pasado 26 de abril negó en el Juzgado que el inspector fuera quien le pasó el teléfono móvil a través del que un tercero le avisó de la operación.

En el escrito presentado al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, Ballesteros -que aparece en las imágenes grabadas por los policías que vigilaban el bar- afirma que estaba allí 'como consecuencia de una orden directa del jefe superior de Policía del País Vasco' para reunirse con un confidente 'muy importante'.

Además, elabora una 'teoría alternativa' sobre lo sucedido en el que señala como autor del 'chivatazo' al jefe del equipo que luego investigó lo sucedido, Carlos Germán, quien en sus conclusiones señaló a Ballesteros, al jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés, y al exdirector general de la Policía, Víctor García Hidalgo, como responsables de la delación.

Así, Ballesteros dice que pudo ser un policía llamado Enrique, miembro del equipo de Germán, la persona que entregó el teléfono a Elosua.

'El aspecto físico coincide con la descripción de Elosua y su acento es cuanto menos peculiar', añade Ballesteros, que señala a continuación que según esa hipótesis fue Germán quien habló por teléfono con el propietario del bar -detenido un mes después de los hechos acusado de pertenecer a la red de extorsión de ETA- para advertirle de que le vigilaban.

Por ello, solicita al juez que incluya al policía llamado Enrique en una rueda de reconocimiento para ver si Elosua le reconoce y que se grabe a Germán por si el propietario del bar Faisán puede identificar su voz.

El inspector imputado dice que, 'por supuesto, todas estas aseveraciones se hacen en estrictos términos de defensa, con el máximo de los respetos, y ofreciendo una teoría alternativa a la instrucción tan válida o más que la ofrecida por Germán, si bien es evidente por motivos obvios que él mismo no se iba a autoimputar en un procedimiento'.

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