El gasto de los ourensanos en tabaco aumenta pese a que se fuma menos

Un fumador enciende un cigarro en O Carballiño.
photo_camera Un fumador enciende un cigarro en O Carballiño.
La caja del tabaco ingresó casi 77,2 millones de euros tras vender 13,7 millones de cajetillas y 30,5 toneladas para liar

Los ourensanos dedicaron más dinero a fumar en 2023 que el año anterior. Los puntos de venta de tabaco hicieron una caja de casi 77,2 millones de euros a lo largo del último ejercicio, un 1,7% más que en 2022, cuando cosecharon algo más de 75,5 millones. El hábito, eso sí, movió a los fumadores de la provincia a hacerse con menos cigarrillos.

Por formatos

Teniendo en cuenta los dos formatos de tabaco más consumidos, se vendieron cerca de 13,7 millones de cajetillas, las tradicionales de 20 cigarrillos. Es un 3,5% menos que en el ejercicio anterior. Mientras tanto, la picadura para liar creció ligeramente -un 0,9%- hasta las 30,5 toneladas.

Son las tendencias más notorias de los últimos datos publicados por el Comisionado para el Mercado de Tabacos, organismo adscrito al Ministerio de Hacienda. Las ventas de cajetillas supusieron un ingreso de 67,13 millones de euros, un 1,7% más que en 2022. Las de picadura para liar trajeron una factura de 5,87 millones, con un crecimiento del 8,7%. Sumándoles las adquisiciones de puros, puritos y similares (3,22 millones) y de tabaco para pipa (alrededor de 944.000 euros), queda un gasto en tabaco de 77.164.439 euros.

El tabaco de liar, en alza

El encarecimiento de la vida -y también del tabaco- anima a los fumadores a recurrir al tabaco de liar. Lo sugiere la caída en las ventas de cajetillas, popularmente conocidas como “tabaco industrial”, y el aumento del mercado de tabaco para liar. En comparación con el año anterior, se vendieron 502.084 cajetas menos y 263 kilos de picadura más. Este último formato es más barato, al permitir la elaboración de mayor número de cigarrillos por menor precio. Asimismo, el volumen de ventas de los cigarros se desplomó en un millón de unidades, mientras que el de la picadura para pipa se disparó un 17,4%.

Echando la vista más atrás, esta mayor preferencia por el tabaco de liar se marca todavía más. Por ejemplo, tomando los datos anteriores a la pandemia. En 2019 se adquirieron 14,6 millones de cajetillas, frente a 26.743 kilos de picadura de liar. En otros términos, los cigarrillos perdieron un 6,5% de su volumen de ventas, a la vez que  la picadura se disparó un 14,2%.

Por otro lado, Ourense es la provincia gallega que más va al estanco en comparación con su población total. Los datos del Ministerio de Hacienda muestran cómo se vendieron 45 cajetillas de 20 cigarrillos por cabeza a lo largo del año. Exactamente, 44,9, un dato que supera por unas décimas el de Lugo, cuya media se queda en 44,6. Mientras tanto, en A Coruña se adquirieron 43 cajetillas por habitante, mientras que Pontevedra cierra la lista con 39.

La proporción de los fumadores diarios es la más baja de Galicia

Un informe de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) estima en 44.329 los fumadores diarios ourensanos en 2023. Para hacerse una idea de lo que representa este número de personas, es el equivalente a más del triple de la población de O Carballiño. Aún así, la provincia es la que menor porcentaje de fumadores habituales en relación a su número de habitantes, con un 14,6%. Por encima están Lugo (15%), A Coruña (15,3%) y Pontevedra (15,5%), de acuerdo con los datos del informe.

El análisis de la AECC muestra la estabilidad del número de consumidores frecuentes de tabaco. En 2022, 44.322 personas encendían cigarrillos a diario. En todo caso, son menos que en 2019, antes de la pandemia, cuando el hábito cotidiano atrapaba a 45.253 ourensanos.

Una buena noticia es que el contingente de exfumadores crece. El colectivo de fumadores que abandonaron el humo ganó 176 personas, hasta llegar a las 45.940. De todos modos, el informe muestra que, además de los más de 44.300 fumadores diarios, otros 5.865 ourensanos también fuman, aunque de manera ocasional.

Por franjas de edad, el segmento con más fumadores habituales en términos absolutos es el comprendido entre 55 y 64 años, con 11.320 personas. Le sigue la franja de 35 a 44 años, con 11.184 consumidores, y la lista continúa con la de 45 a 54 años, con 8.889. Otro dato relevante es que de los 15 a los 24 años fuman a diario un total de 2.464 jóvenes.

El cáncer de pulmón, de los más letales

El consumo de tabaco puede causar diversos tipos de enfermedades, como el cáncer de pulmón. En 2022 se contabilizaron hasta 255 pacientes nuevos en el área sanitaria. Fumar es la principal causa de este tipo de dolencia, que, de entre los tipos de cáncer más frecuentes, es la que tiene más mortalidad. Esta circunstancia convierte el cáncer de pulmón en una enfermedad prevenible en un elevado porcentaje. Además de abandonar el hábito, otra de las claves frente al cáncer de pulmón es el diagnóstico precoz, ya que se diagnostica tarde en cuatro de cada cinco personas. No es la única dolencia que puede desencadenar el consumo de tabaco. Otra es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, abreviada como EPOC y relacionada directamente con el hábito tabáquico. Alrededor de 20.000 ourensanos la sufren, con síntomas como fatiga y falta de aire. Un número elevado de casos pasa bajo el radar: siete de cada diez pacientes no se someten a la prueba de espirometría, por lo que no se detectan. Los expertos también enfatizan la prevención en este caso, ya que se puede evitar fácilmente si no se fuma.

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