El jurado popular considera probado por unanimidad que adormeció a los niños, los quemó y después fingió su desaparición

Bretón, declarado culpable de matar a sus hijos para vengarse de su mujer

José Bretón habla con su abogado tras escuchar el veredicto del jurado. (Foto: R. ALCAIDE)
Un jurado popular, compuesto por siete mujeres y dos hombres, declaró por unanimidad, tras tres días de deliberación, a José Bretón culpable del asesinato de sus dos hijos, Ruth y José, de 6 y 2 años, respectivamente, el 8 de octubre de 2011 en Córdoba.
El jurado considera probado que en septiembre de 2011, cuando Ruth Ortiz le comunicó a su entonces marido, José Bretón, su intención de separarse y quedarse a vivir con sus hijos en Huelva, el acusado 'concibió la idea de dar muerte a los niños como venganza contra su esposa'. Para ejecutar dicho plan, Bretón decidió que 'el lugar más adecuado' sería la finca de 'Las Quemadillas' y que la fecha sería el 8 de octubre de 2011, aprovechando que ese fin de semana 'estaría con los niños conforme al acuerdo al que habían llegado' previamente y negándose a alterar las fechas.

El jurado considera probado que el 29 de septiembre de 2011, Bretón compró unos tranquilizantes, que un médico le recetó con anterioridad, con los que poder 'adormecer e incluso matar a sus hijos con toda facilidad'.


ESPECIE DE EXPERIMENTO

Asimismo, con la intención de 'hacer desaparecer los cuerpos de sus hijos', entre el 15 de septiembre de 2011 y el 7 de octubre de 2011, el acusado 'hizo acopio de leña' en la finca y 'adquirió combustible' en grandes cantidades en una gasolinera de Huelva comprando un total de 271 litros de gasóleo.

También considera probado que, como 'coartada para la desaparición física de sus hijos', Bretón decidió 'fingir' que se le habían perdido en un parque e hizo una 'especie de experimento' con sus sobrinos dos días antes del suceso.

El jurado relata en su veredicto que Bretón recogió a los niños el 7 de octubre de 2011 en Huelva y fue con ellos a Córdoba, y que antes de llevarlos a la finca de Las Quemadillas el 8 de octubre de 2011, los niños estuvieron en casa de los abuelos paternos y de la tía. También señaló que Bretón hizo una última llamada a Ruth Ortiz sin lograr hablar con ella, por lo que decidió llevar a cabo su 'propósito criminal'. Según el jurado, Bretón colocó una mesa metálica con el tablero en posición vertical y prendió una gran hoguera, , que avivó con lecha (unos 250 kilos) y gasóleo (unos 80 litros) y en la que se llegaron a alcanzar hasta 1.200 grados. Ante la magnitud de la temperatura, las partes blandas de los cuerpos de los niños desaparecieron rápidamente, quedando únicamente unos restos óseos.

Además, el acusado permaneció junto a la hoguera hasta las 17:30 horas alimentándola con gasoleo para mantener elevada la temperatura y lograr así la total calcinación y desaparición de los cuerpos de sus hijos.y que posteriormente se dirigió a la Ciudad de los Niños y desde allí realizó varias llamadas tanto a su hermano como al 112 para dar credibilidad a la 'ficticia desaparición de los menores'.

Finalmente el jurado indicó que también están probados que los restos óseos analizados por peritos y forenses son los encontrados en la finca de Las Quemadillas y que pertenecen a dos niños de las edades de los hijos de Bretón por lo que puede considerarse que proceden de los 'cuerpos sin vida de Ruth y José'.

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