El delegado del Gobierno en Extremadura, Alejandro Ramírez del Molino, valoró ayer positivamente la detención en Gavá (Barcelona) del 'sicario' de 60 años como presunto autor de la muerte de una de las implicadas en el tiroteo ocurrido en agosto en Mérida y que fue asesinada en septiembre en El Puerto de Santa María (Cádiz). Ramírez del Molino concretó que el 'presunto sicario se desplazó hacia Cádiz donde se encontraba una de las señoras que estuvieron en el incidente en la barriada de San Lázaro en Mérida', en el que, según recordó, se detuvo a 15 personas.
Para el nuevo representante del Ejecutivo Central en la región, esta detención por parte de la Policía Nacional es 'una cosa buena que se averiguó'. El ahora detenido de 60 años de edad había sido contratado a raíz del tiroteo ocurrido entre familias rivales el 3 de agosto en Mérida, que se saldó con dos muertos, dos heridos, 15 detenidos y doce armas de fuego intervenidas. El presunto sicario se desplazó desde Barcelona a Cádiz para acabar con la vida de la víctima, que presentaba pequeños orificios en el cuello, mediante un tipo de arma de fuego todavía por determinar.
Cabe recordar que el 3 de agosto se produjo un tiroteo en la barriada de San Lázaro en Mérida entre dos familias por motivos sentimentales, que se saldó con dos muertos, dos heridos y 15 detenidos. Los fallecidos eran integrantes del mismo clan, por lo que sus familiares habrían contactado posteriormente con varios delincuentes para tomar represalias contra la otra familia, que había abandonado la ciudad. Los elegidos para perpetrar el crimen fueron varios especialistas en el cobro de deudas entre morosos del ámbito del tráfico de drogas, y presuntamente uno de ellos cometió el homicidio por encargo como represalia por el tiroteo de Mérida.
La investigación condujo a los agentes hasta la zona de Castelldefels y Gavà, y allí, tras diversas vigilancias, consiguieron detener al presunto autor del homicidio cerca de su domicilio.
Cabe recordar que el 3 de agosto se produjo un tiroteo en la barriada de San Lázaro en Mérida entre dos familias por motivos sentimentales, que se saldó con dos muertos, dos heridos y 15 detenidos. Los fallecidos eran integrantes del mismo clan, por lo que sus familiares habrían contactado posteriormente con varios delincuentes para tomar represalias contra la otra familia, que había abandonado la ciudad. Los elegidos para perpetrar el crimen fueron varios especialistas en el cobro de deudas entre morosos del ámbito del tráfico de drogas, y presuntamente uno de ellos cometió el homicidio por encargo como represalia por el tiroteo de Mérida.
La investigación condujo a los agentes hasta la zona de Castelldefels y Gavà, y allí, tras diversas vigilancias, consiguieron detener al presunto autor del homicidio cerca de su domicilio.
