Además de los cuatro fallecidos, otras ocho personas permanecen hospitalizadas, cuatro graves

Unas colillas provocaron los incendios mortales de Girona

Aspecto de los alrededores del castillo de Montroig tras el paso del incendio declarado en La Jonquera.  (Foto: R. TOWNSEND)
Los dos mortales y devastadores incendios del Alt Empordà gerundense, que siguen activos tras arrasar desde el domingo unas 14.000 hectáreas y provocar la muerte de cuatro personas, fueron originados por colillas, ante lo que el Gobierno defendió que se endurezca el castigo a los imprudentes.
Mientras que el incendio de Portbou, el más pequeño de los dos, ya estaba controlado, los bomberos trataban de dominar a última hora de ayer las virulentas llamas del fuego que se inició en La Jonquera, el peor que ha sufrido Cataluña en los últimos 14 años, aunque descontrolado, tras arrasar una zona de unas 14.000 hectáreas en 17 municipios.

El incendio de La Jonquera obligó a confinar por la tarde de nuevo a los vecinos de las poblaciones de Darnius, Terrades, La Vajol, Cantallops, Albanyà y Sant Llorenç de la Muga, en el Alt Empordà. Según confirmó el conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, los dos incendios se originaron por colillas arrojadas de forma imprudente, en una negligencia humana cometida pese a las constantes advertencias sobre el elevado riesgo de incendio este verano en Cataluña. De hecho, los agentes rurales encontraron centenares de colillas en el lugar donde supuestamente se originó el domingo el incendio de La Jonquera.


ENDURECIMIENTO DE PENAS

En este sentido, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, que anuló una visita oficial a Chipre y se desplazó a Figueres, abogó por endurecer en el Código Penal el castigo por las imprudencias que originen incendios forestales como los del Empordà. 'Estas actitudes conllevan pérdidas que deben tener un reflejo en el Código Penal', señaló Jorge Fernández Díaz, quien insistió en la necesidad de tipificar estas conductas imprudentes 'más agresivamente', porque causan 'pérdidas de vida, patrimoniales y ecológicas'.

Además de los cuatro fallecidos en los dos incendios del Empordà, ocho personas permanecen hospitalizadas, cuatro de ellas en estado grave en el Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona y otros cuatro, también graves, aunque evolucionan favorablemente, en el Josep Trueta de Girona. En el incendio que nació en La Jonquera, el peor de los últimos años en Cataluña, los Bomberos de la Generalitat continuaban trabajando con la colaboración del Ejército, de voluntarios de las Agrupaciones de Defensa Forestal y de Bomberos de Francia y del resto de España para intentar contener las llamas, con la prioridad de atacar el flanco occidental para que no salte a la comarca gerundense de la Garrotxa.

En concreto, el mayor peligro es que el fuego sobrepase el embalse de Boadella y se dirija hacia la zona de la Alta Garrotxa, muy boscosa, lo que dificultaría todavía más las labores de extinción. A diferencia del domingo, cuando la tramontana alimentó las llamas con sus fuertes rachas, el viento dio ayer una tregua, lo que ha permitido trabajar a los equipos aéreos. Además, el viento ha cambiado de dirección norte a sur, lo que permite ser 'razonablemente optimistas' respecto a la evolución del fuego, según el conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, ya que, si se mantiene esta tendencia, las llamas avanzarían hacia la zona ya quemada, con lo que se facilitaría su control.

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