La Audiencia de Cantabria ha impuesto cinco años y medio de cárcel a un hombre que amenazó con una catana a su exnovia, que se rompió el brazo en un forcejeo con él, y a la que además sustrajo 600 euros tras esta disputa.
La Audiencia ha confirmado un fallo del Juzgado de lo Penal número 5 de Santander, tras rechazar un recurso de la defensa del procesado.
Según se recoge en la sentencia, los hechos ocurrieron en marzo de 2008, cuando el acusado tuvo una discusión con esta mujer en el domicilio que ambos compartían en la localidad cántabra de Santiago de Cartes, pese a que desde hacía unos meses ya no eran pareja.
Los hechos probados indican que durante la disputa el acusado arrinconó a su expareja, que pretendía irse de la vivienda, y le colocó una catana en el cuerpo.
El acusado movió el sable por el cuerpo de la chica y le dijo: 'tú de aquí no te vas', pero ella aprovechó un descuido para alcanzar la puerta.
En ese momento el acusado inició un forcejeo con su expareja y la empujó, lo que provocó que ella cayera sobre el marco de la puerta y que, a raíz del golpe, se fracturara el radio del brazo izquierdo. Precisó una intervención quirúrgica y tardó en curarse 165 días, de ellos siete de estancia hospitalaria.
Además, a la mujer le quedaron como secuelas una cicatriz de quince centímetros, sensibilidad anormal en la mano izquierda y trastornos neuróticos por estrés postraumático.
La sentencia añade que la expareja del acusado logró salir de la casa, pero fue perseguida por el hombre, quien, al no alcanzarla, volvió al domicilio y se apoderó de 600 euros de esta mujer que más tarde le devolvió.
El Juzgado impuso a este hombre cuatro años de cárcel por delitos de lesiones y amenazas, a los que se suman un año y medio más de prisión por un delito de hurto, con la atenuante de reparación del daño.
Según se recoge en la sentencia, los hechos ocurrieron en marzo de 2008, cuando el acusado tuvo una discusión con esta mujer en el domicilio que ambos compartían en la localidad cántabra de Santiago de Cartes, pese a que desde hacía unos meses ya no eran pareja.
Los hechos probados indican que durante la disputa el acusado arrinconó a su expareja, que pretendía irse de la vivienda, y le colocó una catana en el cuerpo.
El acusado movió el sable por el cuerpo de la chica y le dijo: 'tú de aquí no te vas', pero ella aprovechó un descuido para alcanzar la puerta.
En ese momento el acusado inició un forcejeo con su expareja y la empujó, lo que provocó que ella cayera sobre el marco de la puerta y que, a raíz del golpe, se fracturara el radio del brazo izquierdo. Precisó una intervención quirúrgica y tardó en curarse 165 días, de ellos siete de estancia hospitalaria.
Además, a la mujer le quedaron como secuelas una cicatriz de quince centímetros, sensibilidad anormal en la mano izquierda y trastornos neuróticos por estrés postraumático.
La sentencia añade que la expareja del acusado logró salir de la casa, pero fue perseguida por el hombre, quien, al no alcanzarla, volvió al domicilio y se apoderó de 600 euros de esta mujer que más tarde le devolvió.
El Juzgado impuso a este hombre cuatro años de cárcel por delitos de lesiones y amenazas, a los que se suman un año y medio más de prisión por un delito de hurto, con la atenuante de reparación del daño.
