Gobierno y oposición muestran disposición al diálogo pese al más que previsible veto parlamentario.
La expectación aumenta en el Congreso a un día del debate sobre la consulta soberanista en Cataluña, aunque no tanto por el resultado, que será un contundente rechazo de más del 80% de la Cámara, sino por la respuesta de la Generalitat a la oferta de diálogo que se espera lancen el PP y el PSOE.
Sin confirmación oficial del Gobierno, se da por hecho que Rajoy pedirá la palabra en algún momento del debate para dejar clara la posición del Ejecutivo, que mantiene que la consulta no tiene cabida en la Carta Magna. El presidente del Gobierno dijo ayer mismo al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que los problemas se resuelven dialogando, pero "no tomando decisiones unilaterales y luego planteándoselas a los demás", a modo de contrato de adhesión.
"Diálogo y reforma de la Constitución" es lo que el PSOE ofrecerá en el debate de hoy a través de su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ya confirmó que responderá directamente a la petición de los nacionalistas y lo hará de forma autónoma porque aseguran que no existe en esto un frente común con el Gobierno del PP.
No estará Mas para apoyar ese argumento, porque ha delegado ese papel de asistir al debate en la tribuna de invitados en dos de miembros de su Gobierno: el conseller de la Presidencia, Francesc Homs (CDC), y el de Agricultura, Josep María Pelegrí.
Financiación catalana
Además, se espera la asistencia al debate de los principales portavoces políticos en Cataluña, desde Albert Rivera, de Ciutadans, hasta una delegación del PP catalán, encabezada por su presidenta, Alicia Sánchez Camacho.
Todos ellos escucharán también los argumentos de los grupos que en el Congreso apoyan la proposición catalana, como CiU, que por boca de su portavoz, Josep Antoni Duran Lleida, volverá a apostar por el diálogo como única salida para evitar una declaración unilateral de independencia.
La Izquierda Plural, a través de Joan Coscubiela, será el siguiente grupo en pronunciarse a favor de la consulta y del derecho a decidir, argumento que también respaldarán en el grupo mixto Esquerra Republicana, el BNG, Amaiur, Geroa Bai y Nueva Canarias.
Por el contrario, Unión, Progreso y Democracia (UPyD) cree que la única forma de que el nacionalismo catalán dé un "paso atrás" es que reciba "un no tan rotundo en el Congreso" como el que recibió en su día el plan Ibarretxe, y eso es lo que proponidrán hoy.
Lo que parece ya claro también es que hoy no habrá ningún "guiño" a Cataluña en materia de financiación para frenar sus pretensiones soberanistas.Lo descartó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien de nuevo advirtió de que el debate sobre la convocatoria del referéndum "está cerrado por la Constitución" que otorga esa competencia al Estado.
A partir de ahí sería "perfectamente legítimo", dijo Montoro, que una fuerza política plantease un cambio en la Carta Magna.
