Moliner tomó posesión como presidente del Supremo, y Becerril, como Defensora del Pueblo

Cubiertas las vacantes en los altos estamentos del Estado

Gonzalo Moliner, en la sede del Supremo. (Foto: J.J. GUILLÉN)
El magistrado Gonzalo Moliner tomó ayer posesión de sus cargos como presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en un acto en el que le acompañaron el ministro de Justicia, el presidente del Constitucional y el fiscal general del Estado, aunque estuvo ausente su predecesor en el cargo, Carlos Dívar. El magistrado de tendencia progresista, presidente de la Sala de lo Social del Supremo desde 1998, prometió su cargo ante el Rey en el Palacio de La Zarzuela y después tomó posesión ante los veinte vocales del órgano de gobierno de los jueces y el alto tribunal en Pleno en una sesión conjunta celebrad
El magistrado de tendencia progresista, presidente de la Sala de lo Social del Supremo desde 1998, prometió su cargo ante el Rey en el Palacio de La Zarzuela y después tomó posesión ante los veinte vocales del órgano de gobierno de los jueces y el alto tribunal en Pleno en una sesión conjunta celebrada en el Supremo.

Posteriormente, Moliner ha tomado posesión de su asiento presidencial y ha sido felicitado por las personalidades que abarrotaban el Salón de Plenos, después de que el magistrado Juan Antonio Xiol diera lectura al nombramiento de Moliner por parte del Rey y a propuesta del CGPJ que fue publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado sábado.


SOLEDAD BECERRIL

Paralelamente, la nueva Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, tomó posesión de su cargo en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados y prometió ser la defensora de todos los españoles, ofreciéndose a aquellas comunidades autónomas que consideren que no es conveniente en estos momentos de crisis económica contar con una defensoría autonómica. Acompañada por su familia y por su 'número dos', el socialista Francisco Fernández Marugán, así como de los exdefensores del Pueblo, Enrique Múgica, María Luisa Cava de Llano o Álvaro Gil-Robles, Becerril ha jurado su cargo frente a la Constitución para posteriormente poner en valor las 'difíciles circunstancias' que atraviesa 'la nación española' en este momento.

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