La CUP impide por segunda vez la investidura de Mas con un "no tranquilo"

Tras encajar la decisión del partido antisistema, Mas ha apremiado a la CUP a "moverse" de su posición para cerrar un acuerdo de investidura que cree que no debería dilatarse

La CUP ha impedido hoy por segunda vez la investidura de Artur Mas como president con un "no tranquilo" en la votación en el Parlament, con el que los "cuperos" no cierran las puertas a un posible acuerdo de futuro, tras apreciar un acercamiento en la última oferta del presidente en funciones.

En el segundo pleno de investidura del Parlament, Mas ha movido ficha y ha planteado una doble propuesta para seducir a la CUP: presidir un gobierno en el que delegaría funciones y someterse a una cuestión de confianza dentro de diez meses para ofrecer a los "cuperos" la posibilidad de destituirlo si consideran que no ha cumplido sus promesas.

El presidente del grupo de la CUP, Antonio Baños, ha valorado el movimiento del líder de CDC, que ha dicho que deja "cerca" el acuerdo, pero no hasta el punto de cambiar el sentido del voto, que ha vuelto a ser un "no", aunque esta vez un "no tranquilo".

Tras encajar la decisión del partido antisistema, Mas ha apremiado a la CUP a "moverse" de su posición para cerrar un acuerdo de investidura que cree que no debería dilatarse, porque, ha dicho, cada día que pasa va "en contra" del mandato independentista de la mayoría parlamentaria.

Baños ha replicado que ellos también tienen prisa, aunque ha advertido de que "todos" deben "ponerse las pilas" para conseguir un pacto.

Por su parte, Ciutadans, PSC y PPC han reclamado a Artur Mas "respeto" por los catalanes que no votaron a favor de la independencia el 27S y le han instado a no romper la legalidad, mientras que el presidente de SíQueEsPot, Lluís Rabell, ha llamado la atención sobre que "la vía de un choque institucional no resuelve los problemas".

Así, después de que en la primera votación del pasado martes la CUP frustrara la investidura de Mas al sumar sus diez votos a los del resto de la oposición, hoy ha vuelto a ocurrir lo mismo y, aunque ya no necesitaba la mayoría absoluta sino que le bastaba la mayoría simple para ser investido, su candidatura ha recibido 73 "noes".

Es la primera vez desde el restablecimiento de la democracia que el candidato a la presidencia no logra ser investido ni en primera ni en segunda votación.

Al término de la votación, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha anunciado que abrirá una nueva ronda de consultas parlamentarias antes de formular una nueva propuesta de candidato a la investidura, aunque no se prevén cambios y el nombre volverá a ser Artur Mas.

A partir de este momento, el Parlament tiene tiempo hasta el 10 de enero para celebrar un nuevo pleno que permita investir al presidente catalán, pero, si finalizado ese plazo no hubiese todavía acuerdo Cataluña, se verá abocada automáticamente a unas nuevas elecciones anticipadas en marzo.

Según fuentes parlamentarias, la intención de Junts pel Sí es convocar el nuevo pleno de investidura cuando haya un acuerdo con la CUP, que ha convocado una reunión de su consejo político para el día 29 de noviembre que podría ser decisivo para desencallar la investidura.

Al término del pleno, unos funcionarios del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) desplazados al Parlament han notificado a Carme Forcadell y a los miembros de la Mesa de la cámara catalana y al presidente catalán en funciones, Artur Mas, el apercibimiento del Tribunal Constitucional de las consecuencias que asumen si no acatan la suspensión de la resolución de ruptura.

También han recibido las notificaciones los consellers de la Generalitat en sus respectivos departamentos.

En este contexto, el diario económico Financial Times ha criticado la "locura de la carrera de Cataluña hacia la independencia", un plan que tendría "consecuencias económicas devastadoras tanto para España como para Cataluña".

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