Rubalcaba y Chacón hacen cálculos sobre el momento idóneo para presentar su candidatura

La debilidad de los barones marca la sucesión en el PSOE

Alfredo Pérez Rubalcaba
La doble derrota electoral que sufrió el PSOE en sólo seis meses colocó a todos sus líderes en una situación de debilidad y provisionalidad tal que hará prácticamente imposible que los aparatos, a cualquier nivel, controlen el próximo Congreso Federal, del que deberá salir el nuevo secretario general del PSOE.
Según distintos dirigentes, cuadros y parlamentarios al hecho obvio de que el voto de los delegados al Congreso es secreto se suma el malestar que los territorios arrastran desde las elecciones autonómicas y municipales. Por eso, los líderes regionales es esfuerzan por guardar el equilibrio y no dar pistas sobre sus preferencias para el próximo liderazgo. Es más, los apoyos que recibió el candidato electoral, Alfredo Pérez Rubalcaba, inmediatamente después del 20-N se fueron moderando a medida que pasaban los días y hoy todos se limitan a esperar, expectantes, a que llegue el momento en que desvelen sus cartas tanto Rubalcaba como la ministra de Defensa, Carme Chacón y, posiblemente, algún tercero.


SIN JEFES

La situación la resumía esta semana el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page: 'Hoy nadie reconoce jefes'. Otro de los consultados va aún más allá: 'Si alguien pensaba que podía haber un pacto de no pedir responsabilidades (por las derrotas electorales) entre los secretarios regionales y Rubalcaba, éste estaría condenado al fracaso'.

La mayoría, sin llegar a esos extremos, admite que, con la vista puesta en las elecciones generales, todas las federaciones pospusieron análisis y decisiones tras la derrota del 22 de mayo. Incluso, al malestar generado por la derrota se sumaron algunos conflictos durante la elaboración de las listas para las elecciones generales que empeoraron el ambiente.

Así, los 'barones' tienen hoy un ojo puesto en Ferraz y otro en sus territorios, donde afloran los conflictos orgánicos: En Andalucía las agrupaciones municipales de Jaén y Almería están en manos de gestoras; en Castilla y León sucede lo mismo en las provincias de Zamora y León; otro tanto pasa en la ciudad de Alicante y en la de Cáceres.

Así las cosas, todos dicen estar a la espera de que se presenten las candidaturas, algunos incluso empiezan a impacientarse y tienen la sensación de que Rubalcaba y Chacón están vigilándose mutuamente y haciendo cálculos, tal vez demasiados, de cuál es el mejor momento para anunciar su decisión. Lo que deberían, sostiene un dirigente, es mostrar decisión y liderazgo, y poner fin a una demora que 'les hace perder fuerza'.

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