Ingenuas 'viejecitas' que transportaban cocaína en cruceros. Este era el 'modus operandi' que empleaba una red de narcotráfico para introducir cocaína en España. La Policía Nacional detuvo a nueve personas que formaban un grupo con miembros de avanzada edad que embarcaban en cruceros transoceánicos de lujo para abastecerse del estupefaciente en Sudamérica. Los correos se hacían pasar por turistas para intentar eludir los controles policiales.
En la operación fueron incautados 27 kilogramos de cocaína en el registro de uno de uno de los camarotes en una escala realizada en Cádiz donde iban desembarcar la droga. Los jubilados eran enviados a realizar un crucero transoceánico de lujo y aprovechaban las paradas en puertos brasileños para abastecerse de droga.
En algunos de estos puertos les esperaba F.J.P.G. y les hacía entrega de la cocaína para que los correos la introdujeran en el crucero sin levantar sospechas entre la tripulación, al pasar por simples turistas.
A la llegada a España, desembarcarían con el estupefaciente oculto en sus maletas y otro miembro de la organización se haría cargo de su recepción.
Los investigadores consiguieron identificar a las dos personas a bordo del crucero y las vigilaron estrechamente al objeto de determinar el momento en que desembarcarían el estupefaciente en España.
Los agentes comprobaron que el destino final del crucero era la ciudad de Málaga, aunque C.I.S. y J.V.A.R., miembros de la organización, se habían trasladado a Cádiz con el fin de descargar la mercancía en ese puerto cuando el crucero hiciera escala en dicha ciudad. Con ello pretendían evitar la aprehensión de la droga en el caso de una eventual operación policial.
Los agentes establecieron entonces un operativo que se saldó en su primera fase con la detención de cuatro personas: los dos correos que viajaban en el crucero y los otros dos miembros de la organización desplazados a Cádiz para intentar recibir la droga.
Una vez obtenido el correspondiente mandamiento judicial se realizó la entrada y registro en el camarote del buque. En su interior se hallaron 27 kilogramos de cocaína de gran pureza.
En la segunda fase del operativo se procedió a la detención de los restantes miembros de la organización en Barcelona, así como al registro de varios domicilios.
Se trataba de casas de campo a nombre de sociedades fantasma que servían de almacén al grupo criminal y en los que se incautaron varios vehículos de alta gama, relojes de alta joyería sustraídos y dinero en efectivo. Asimismo fueron descubiertos dos importantes laboratorios hidropónicos de cultivo de marihuana con más de 200 plantas.
En el momento en que se practicaron los arrestos, una célula de la organización preparaba un comando para el secuestro de un traficante de drogas. El objetivo ya había sido localizado y su domicilio estaba siendo vigilado.
Para llevar a cabo el secuestro utilizarían presuntamente una pistola semiautomática del calibre 9 milímetros parabellum con munición, la numeración alterada y lista para su uso, que los agentes hallaron en uno de los registros oculta junto con un pasamontañas y unos guantes.
En total, a los nueve arrestados se les imputan delitos de secuestro, tenencia ilícita de armas, contra la salud pública y asociación ilícita. Las investigaciones continúan abiertas al objeto de esclarecer la procedencia de los relojes de alta joyería intervenidos.
En algunos de estos puertos les esperaba F.J.P.G. y les hacía entrega de la cocaína para que los correos la introdujeran en el crucero sin levantar sospechas entre la tripulación, al pasar por simples turistas.
A la llegada a España, desembarcarían con el estupefaciente oculto en sus maletas y otro miembro de la organización se haría cargo de su recepción.
Los investigadores consiguieron identificar a las dos personas a bordo del crucero y las vigilaron estrechamente al objeto de determinar el momento en que desembarcarían el estupefaciente en España.
Los agentes comprobaron que el destino final del crucero era la ciudad de Málaga, aunque C.I.S. y J.V.A.R., miembros de la organización, se habían trasladado a Cádiz con el fin de descargar la mercancía en ese puerto cuando el crucero hiciera escala en dicha ciudad. Con ello pretendían evitar la aprehensión de la droga en el caso de una eventual operación policial.
Los agentes establecieron entonces un operativo que se saldó en su primera fase con la detención de cuatro personas: los dos correos que viajaban en el crucero y los otros dos miembros de la organización desplazados a Cádiz para intentar recibir la droga.
Una vez obtenido el correspondiente mandamiento judicial se realizó la entrada y registro en el camarote del buque. En su interior se hallaron 27 kilogramos de cocaína de gran pureza.
En la segunda fase del operativo se procedió a la detención de los restantes miembros de la organización en Barcelona, así como al registro de varios domicilios.
Se trataba de casas de campo a nombre de sociedades fantasma que servían de almacén al grupo criminal y en los que se incautaron varios vehículos de alta gama, relojes de alta joyería sustraídos y dinero en efectivo. Asimismo fueron descubiertos dos importantes laboratorios hidropónicos de cultivo de marihuana con más de 200 plantas.
En el momento en que se practicaron los arrestos, una célula de la organización preparaba un comando para el secuestro de un traficante de drogas. El objetivo ya había sido localizado y su domicilio estaba siendo vigilado.
Para llevar a cabo el secuestro utilizarían presuntamente una pistola semiautomática del calibre 9 milímetros parabellum con munición, la numeración alterada y lista para su uso, que los agentes hallaron en uno de los registros oculta junto con un pasamontañas y unos guantes.
En total, a los nueve arrestados se les imputan delitos de secuestro, tenencia ilícita de armas, contra la salud pública y asociación ilícita. Las investigaciones continúan abiertas al objeto de esclarecer la procedencia de los relojes de alta joyería intervenidos.
