La operación 'Botavara' se salda con el arresto de nueve agentes por narcotráfico, torturas y amenazas

Desmontado un grupo mafioso de guardias civiles en Canarias

El coronel Ricardo Arranz, la delegada del Gobierno, María Hernández Bento, y el delegado José Medina.  (Foto: ÁNGEL MEDINA)
La Guardia Civil desmanteló en su puesto de Corralejo (Fuerteventura) una trama mafiosa con nueve agentes implicados que se dedicaba al tráfico de drogas y que cometió torturas, detención ilegal y amenazas, entre otros delitos, para amedrentar y cubrir sus actividades ilícitas.
La delegación del Gobierno en Canarias y la Comandancia de Las Palmas hicieron público ayer el balance de la denominada 'Operación Botavara', de la que ya se conocía que permitió la detención de cinco guardias civiles en Fuerteventura el 21 de febrero tras la llegada a la isla de una patera cargada con hachís. Esos cinco guardias, que se encuentran en prisión, formaban parte del autodenominado 'Grupo 7', la cabeza de una banda organizada en la que están implicados otros cuatro funcionarios del cuerpo y once personas ajenas a las fuerzas de seguridad, según el coronel jefe de la Comandancia de Las Palmas, Ricardo Arranz.

El grupo cayó cuando dos de sus integrantes fueron sorprendidos mientras recogían parte del cargamento de una 'narcopatera' que encalló en la playa majorera de El Cotillo en la madrugada del 20 de febrero con una tonelada de hachís a bordo, pero ya estaba sometido a investigación desde finales de 2012. A los miembros de este grupo, con una estructura 'piramidal' y 'perfectamente jerarquizada', se les imputan delitos de tráfico de drogas, detención ilegal, contra las garantías constitucionales, torturas, amenazas y coacciones, falsificación de diligencias policiales y omisión del deber de perseguir el delito, entre otros. 'Es decir, un elenco del Código Penal. Quedan pocos delitos sin tocar', admitió el jefe provincial de la Guardia Civil.


'OPERACIÓN DOLOROSA'

La operación sigue bajo secreto de sumario, por lo que solo se hicieron públicos los detalles que el juez autorizó a revelar. La delegada del Gobierno, María del Carmen Hernández Bento, subrayó que esta operación es 'especialmente dolorosa' para la Guardia Civil, por el papel en este grupo delictivo de nueve de sus funcionarios, pero también felicitó al cuerpo por comportarse de modo 'ejemplar' para investigar lo ocurrido.

La Guardia Civil sospecha que este grupo tenía conexiones con bandas de narcotráfico de Marruecos -país del que procedía tanto el hachís aprehendido- y que no solo se dedicaba a introducir en Canarias grandes cantidades, sino que también participaba en la distribución de la droga al menudeo. El coronel Arranz precisó que uno de los agentes detenidos ya fue investigado por Asuntos mientras estuvo destinado en Tenerife, por hechos similares, pero que entonces no se pudieron acreditar.

Además, manifestó que el 'Grupo 7' era una organización 'importante' en la delincuencia en Fuerteventura y que tenía amedrentados a muchos ciudadanos y a otros miembros del instituto armado. 'Se veían muy seguros, eran muy prepotentes', 'la gente les tenía miedo', señaló.

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