Los Mossos d'Esquadra han detenido a un trabajador de los servicios funerarios del cementerio de Sant Andreu, en Barcelona, acusado de profanar la tumba de un fallecido para, como si de un ladrón de tumbas faraónicas se tratara, robar las joyas con las que el difunto fue enterrado.
Según ha informado hoy la policía catalana, el detenido es José Manuel E.C., de 24 años, nacionalidad española y vecino de Barcelona, que ha sido acusado de un delito contra el respeto a los difuntos y otro de robo con fuerza.
Fue el hijo del fallecido quien el pasado 27 de abril denunció ante los Mossos que la tumba de su padre había sido profanada, ya que comprobó que la lápida y la losa de cemento que cerraban el nicho habían sido manipuladas, lo que confirmó uno de los encargados del cementerio.
Según la versión del hijo, el autor del robo accedió a la tumba para robar las lujosas joyas con las que su padre fue enterrado: un anillo de oro valorado en unos 5.000 euros y tres relojes, valorados en total en 36.000 euros.
Durante la investigación de los Mossos d'Esquadra, la familia explicó que dos trabajadores del cementerio habían visto por última vez al difunto justo antes de introducirlo en el nicho, por lo que cabía la posibilidad de que hubieran visto el lujoso ajuar mortuorio con el que lo enterraron.
Tras efectuar varios interrogatorios, los Mossos detuvieron a José Manuel E.C., heroinómano, que confesó que había abierto el féretro para robar el anillo y que lo vendió por 41 euros en una tienda de compraventa de joyas del centro de Barcelona. En cambio, negó que se hubiera llevado los relojes.
Tras la confesión, los Mossos se desplazaron a la tienda de compraventa de Barcelona, donde pudieron recuperar el anillo, después de comprobar que en el contrato de compra-venta figuraba el nombre del detenido.
Además, los Mossos también pudieron constatar que el detenido había realizado en varias ocasiones ventas de objetos de distinto valor en este tipo de comercios.
Para completar la investigación, los Mossos solicitaron a la juez la exhumación del cadáver.
El detenido pasó a disposición judicial el pasado sábado y el juez le dejó en libertad con cargos.
Fue el hijo del fallecido quien el pasado 27 de abril denunció ante los Mossos que la tumba de su padre había sido profanada, ya que comprobó que la lápida y la losa de cemento que cerraban el nicho habían sido manipuladas, lo que confirmó uno de los encargados del cementerio.
Según la versión del hijo, el autor del robo accedió a la tumba para robar las lujosas joyas con las que su padre fue enterrado: un anillo de oro valorado en unos 5.000 euros y tres relojes, valorados en total en 36.000 euros.
Durante la investigación de los Mossos d'Esquadra, la familia explicó que dos trabajadores del cementerio habían visto por última vez al difunto justo antes de introducirlo en el nicho, por lo que cabía la posibilidad de que hubieran visto el lujoso ajuar mortuorio con el que lo enterraron.
Tras efectuar varios interrogatorios, los Mossos detuvieron a José Manuel E.C., heroinómano, que confesó que había abierto el féretro para robar el anillo y que lo vendió por 41 euros en una tienda de compraventa de joyas del centro de Barcelona. En cambio, negó que se hubiera llevado los relojes.
Tras la confesión, los Mossos se desplazaron a la tienda de compraventa de Barcelona, donde pudieron recuperar el anillo, después de comprobar que en el contrato de compra-venta figuraba el nombre del detenido.
Además, los Mossos también pudieron constatar que el detenido había realizado en varias ocasiones ventas de objetos de distinto valor en este tipo de comercios.
Para completar la investigación, los Mossos solicitaron a la juez la exhumación del cadáver.
El detenido pasó a disposición judicial el pasado sábado y el juez le dejó en libertad con cargos.
