La Policía ha detenido en Valencia a un hombre de 74 años que estaba reclamado por las autoridades judiciales de Estados Unidos acusado de varios delitos de abusos sexuales, agresión sexual y lesiones a una menor, a la que violó en 25 ocasiones y dejó embarazada, han informado fuentes policiales.
Celestino T.P., de nacionalidad mexicana, fue arrestado el pasado martes, día 8, en las cercanías de su domicilio en Valencia tras ser localizado por el Grupo de Localización de Fugitivos y el Grupo de Agresiones Sexuales y Desaparecidos del Cuerpo Nacional de Policía, coordinados con los representantes en España del Servicio de Inmigración y Aduanas americano.
El detenido podría ser condenado a 24 años de prisión por los delitos de los que se le acusa, entre ellos lesiones a una menor producidas en el condado de San Bernardino (California).
El juez de Victorville, California, emitió una orden de detención con recompensa de 5 millones de dólares basada en la denuncia de la menor, que fue realizada en diciembre de 1998.
Una joven de 15 años denunció que había sido violada por su vecino, entonces de 64 años, y quedó embarazada. Ese mismo día el presunto agresor fue detenido y admitió que había mantenido relaciones sexuales con la víctima, aunque fueron consentidas, manifestó, y fue puesto en libertad bajo fianza.
En enero de 1999 no compareció a su citación ante el juez, que emitió una orden de detención del acusado.
Según la menor, Celestino T.P. mantenía una relación cercana con la víctima y su familia desde 1987, cuando la víctima tenía 5 años, y había desarrollado una fuerte influencia y control sobre la niña, quien era consciente de que éste era propietario de varias armas de fuego.
En 1994, cuando la víctima tenía 11 años, Celestino comenzó a cuidarla desde que la madre se iba al trabajo hasta que la niña iba al colegio, momentos que aprovechaba para llevar a cabo los abusos.
A partir de 1995, cuando la niña tenía 12 años, el hombre comenzó a agredirla sexualmente empleando la fuerza, violándola en unas 25 ocasiones bajo la amenaza de lesionar o matar a su familia si contaba las agresiones.
En diciembre de 1998, cuando la víctima denunció los hechos y se comprobó su embarazo, la joven abortó voluntariamente y se recogió materia fetal para pruebas de ADN, que se conserva en la Oficina del Sheriff de San Bernardino.
Los delitos por los que es perseguido no han prescrito, según la legislación aplicable.
